9/07/2015, 11:15
Me imaginé que a Eri le sonaría demasiado violento el hecho de matar, se le notó en el rostro. Yo en el fondo también deseaba no tener que llegar a eso, pero como no sabía exactamente lo que me encontraría, creí que sería correcto advertirla para que estuviera preparada para lo peor, que no la cogiera por sorpresa.
-Espero que no sea necesario, pero como no se cómo están los ánimos, es mejor que te conciencies para lo peor. con suerte, no hará falta derramamiento de sangre si quiera. Hablé a mi nueva compañera de viaje con tono conciliador para tranquilizarla. Era joven y supuse que todavía no se había planteado el dilema de matar.
Después de tomarnos nuestro tiempo para examinar el terreno, desde la cobertura que nos otorgaba el bosque. Eri aceptó vigilar la retaguardia mientras yo hacía mi trabajo con las ballestas. -Muy bien, no tardaré.
Corrí velozmente y me subí a una de las ballestas sin ser visto, de tal modo que si alguien salía de alguna de las tiendas, no pudiera verme. Sobre todo después de cubrirme completamente con mi túnica y utilizar el Kakuremino no Jutsu. De repente a ojos de Eri, desaparecí por completo. Desde esa idónea invisibilidad, comencé a liberar arcilla poco a poco, que se iban posicionando en las distintas ballestas en los puntos que consideré más vulnerables. No tenía prisa y quería asegurarme que si las ballestas no quedaban completamente destruidas, fueran al menos lo suficientemente inútiles para que fueran utilizadas a corto y medio plazo.
"Un poco más y estará listo"
-Espero que no sea necesario, pero como no se cómo están los ánimos, es mejor que te conciencies para lo peor. con suerte, no hará falta derramamiento de sangre si quiera. Hablé a mi nueva compañera de viaje con tono conciliador para tranquilizarla. Era joven y supuse que todavía no se había planteado el dilema de matar.
Después de tomarnos nuestro tiempo para examinar el terreno, desde la cobertura que nos otorgaba el bosque. Eri aceptó vigilar la retaguardia mientras yo hacía mi trabajo con las ballestas. -Muy bien, no tardaré.
Corrí velozmente y me subí a una de las ballestas sin ser visto, de tal modo que si alguien salía de alguna de las tiendas, no pudiera verme. Sobre todo después de cubrirme completamente con mi túnica y utilizar el Kakuremino no Jutsu. De repente a ojos de Eri, desaparecí por completo. Desde esa idónea invisibilidad, comencé a liberar arcilla poco a poco, que se iban posicionando en las distintas ballestas en los puntos que consideré más vulnerables. No tenía prisa y quería asegurarme que si las ballestas no quedaban completamente destruidas, fueran al menos lo suficientemente inútiles para que fueran utilizadas a corto y medio plazo.
"Un poco más y estará listo"