10/08/2017, 14:04
« Todo saldrá bien. Calmate. Todo irá bien »
Suspiró. En aquel cubículo, todo se veía muy negro. Y no precisamente por la luz.
Tras dos semanas de la primera ronda, donde se había coronado vencedor sobre su rival, había vuelto al ring. Las heridas que tuvo no necesitaron más que un poco de tratamiento, aunque gastó mucho más de tiempo reparando a su marioneta y rehaciendo los venenos que gastó durante la batalla.
Pero ahí estaba. En cuerpo y el armas listo para otra pelea.
En aquel lugar había perdido la noción del tiempo. ¿Cuanto habían pasado? ¿Horas? ¿Minutos? ¿Se estaría peleando alguien más? ¿Cómo les iría a sus amigos? Por lo que sabía, su compañero de equipo y de entrenamiento, Yota, había pasado. De hecho, ambos habían sido los únicos de Kusagakure en pasar. De otras aldeas, conocía a Aiko, la chica inmortal, quien derrotó a un ninja de Amegakure que conoció en su estancia en los dojos; también Nabi había pasado de ronda, y el Uchiha de Uzushiogakure. Para su pesar, Eri había perdido. Quizá ella estuviera viéndole durante su pelea.
¿Con quien de todos esos le tocaría pelear esta vez?
Se había matado pensando en nuevas estrategias para sorprender al público, puesto que no había podido guardar casi nada para las siguientes rondas; el primer combate le había desgastado y el público ya sabía de su marioneta . Solo le quedaba una baza...
Las puertas se abrieron. Juro escuchó perfectamente su llamada. El clamor del público ahora era más intenso.
Glup
Salió de su cubículo, con aire ausente. Su portaobjetos, en su sitio; Gen, a su espalda; su bandana, fuertemente ajustada sobre la frente. Estaba listo.
La luz le cegó durante unos momentos. Sintió una sensación cálida al ver el ring. No habían cambiado nada. Por lo tanto, las reglas también eran las mismas. El público aplaudía, con ganas de ver la pelea. Aún se sentía avergonzado de encontrarse ahí, delante de tanta gente. Su hermana Katsue, y quizá incluso su abuela estaban por ahí, observándole.
"Estamos orgullosas de ti Juro, no lo olvides"
Las palabras de su hermana volvieron a su mente. Se armó de valor y fue a su posición, con la cabeza bien alta.
Solo quedaba ver a su rival.
Suspiró. En aquel cubículo, todo se veía muy negro. Y no precisamente por la luz.
Tras dos semanas de la primera ronda, donde se había coronado vencedor sobre su rival, había vuelto al ring. Las heridas que tuvo no necesitaron más que un poco de tratamiento, aunque gastó mucho más de tiempo reparando a su marioneta y rehaciendo los venenos que gastó durante la batalla.
Pero ahí estaba. En cuerpo y el armas listo para otra pelea.
En aquel lugar había perdido la noción del tiempo. ¿Cuanto habían pasado? ¿Horas? ¿Minutos? ¿Se estaría peleando alguien más? ¿Cómo les iría a sus amigos? Por lo que sabía, su compañero de equipo y de entrenamiento, Yota, había pasado. De hecho, ambos habían sido los únicos de Kusagakure en pasar. De otras aldeas, conocía a Aiko, la chica inmortal, quien derrotó a un ninja de Amegakure que conoció en su estancia en los dojos; también Nabi había pasado de ronda, y el Uchiha de Uzushiogakure. Para su pesar, Eri había perdido. Quizá ella estuviera viéndole durante su pelea.
¿Con quien de todos esos le tocaría pelear esta vez?
Se había matado pensando en nuevas estrategias para sorprender al público, puesto que no había podido guardar casi nada para las siguientes rondas; el primer combate le había desgastado y el público ya sabía de su marioneta . Solo le quedaba una baza...
Las puertas se abrieron. Juro escuchó perfectamente su llamada. El clamor del público ahora era más intenso.
Glup
Salió de su cubículo, con aire ausente. Su portaobjetos, en su sitio; Gen, a su espalda; su bandana, fuertemente ajustada sobre la frente. Estaba listo.
La luz le cegó durante unos momentos. Sintió una sensación cálida al ver el ring. No habían cambiado nada. Por lo tanto, las reglas también eran las mismas. El público aplaudía, con ganas de ver la pelea. Aún se sentía avergonzado de encontrarse ahí, delante de tanta gente. Su hermana Katsue, y quizá incluso su abuela estaban por ahí, observándole.
"Estamos orgullosas de ti Juro, no lo olvides"
Las palabras de su hermana volvieron a su mente. Se armó de valor y fue a su posición, con la cabeza bien alta.
Solo quedaba ver a su rival.
Hablo / Pienso
Avatar hecho por la increible Eri-sama.
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Sellos implantados: Hermandad intrepida
- Juro y Datsue : Aliento nevado, 218. Poder:60