11/08/2017, 12:59
Pasaron los días. La ronda inaugural de combates ya estaba perdida entre la memoria de los presentes en el Valle de los Dojos y ahora había que enfrentar o disfrutar de la segunda ronda, la cual estaba conformada por un grupo más selecto de shinobis y kunoichis, el grupo que fue capaz de doblegar a sus rivales y que debían brindar un espectáculo aún mayor a los que se reunían en las gradas, vitoreando los nombres de sus luchadores favoritos.
Pero yo estaba ajeno a lo que sucedía, repiqueteando la superficie de la silla con la yema de mis dedos mientras mis piernas reposaban. Pero no podría decir lo mismo de mi cabeza. Daba mil vueltas en muchas cosas. La no visión de mi padre, las expectativas que debía mantener, el honor de la aldea... Tan solo deseaba que se abriese la puerta de una maldita vez y acabase todo de una santa vez. Y como si de un deseo fuese...
... Se hizo realidad. La puerta empezó a abrirse y supe que había llegado mi hora.
No hice esperar a la gente, crucé el umbral de la puerta que daba acceso al tatami donde me daría de leches contra alguien y deje que los vítores me abrazasen.
— ¡Hostias! Es el tio del muñeco
— Mira, el ninja de los rayos, ¡Me muero de ganas de verle en acción de nuevo!
Caminaba a pase más bien lento y a medio camino alcé la cabeza pero, cuando vi lo que tenía en frente... Se me heló el alma. Eikyu Juro era mi rival. Como un capricho del destino, aquel torneo quiso que los dos únicos supervivientes de Kusagakure se enfrentasen hasta que solo quedase uno. Lo jodido no solo era que fuese un camarada, un compañero de misiones y aventuras, sino que... ¡Era un compañero de equipo también! Y ambos nos conocíamos muy bien, lo cual podía ser un arma de doble filo.
En fin.
Como hice en la primera ronda, lo primero que hice fue ir a buscar con al vista el balcón presidencial donde Kenzou-sama observaría expectante a sus subordinados e hice una reverencia para luego colocarme en mi correspondiente lugar y miraría a los ojos de mi rival.
— No te será tan fácil esta vez, Jurete — dije esbozando una sonrisa — Pero prométeme una cosa. Si me ganas asegúrate de llegar hasta la final y ganar. Por Kusagakure. ¡Prometemelo!
Apretaba el puño entre furioso y excitado. Fuese quien fuese el ganador de aquella pelea, ese alguien debía ser se alzase victorioso al final del torneo.
Pero yo estaba ajeno a lo que sucedía, repiqueteando la superficie de la silla con la yema de mis dedos mientras mis piernas reposaban. Pero no podría decir lo mismo de mi cabeza. Daba mil vueltas en muchas cosas. La no visión de mi padre, las expectativas que debía mantener, el honor de la aldea... Tan solo deseaba que se abriese la puerta de una maldita vez y acabase todo de una santa vez. Y como si de un deseo fuese...
... Se hizo realidad. La puerta empezó a abrirse y supe que había llegado mi hora.
No hice esperar a la gente, crucé el umbral de la puerta que daba acceso al tatami donde me daría de leches contra alguien y deje que los vítores me abrazasen.
— ¡Hostias! Es el tio del muñeco
— Mira, el ninja de los rayos, ¡Me muero de ganas de verle en acción de nuevo!
Caminaba a pase más bien lento y a medio camino alcé la cabeza pero, cuando vi lo que tenía en frente... Se me heló el alma. Eikyu Juro era mi rival. Como un capricho del destino, aquel torneo quiso que los dos únicos supervivientes de Kusagakure se enfrentasen hasta que solo quedase uno. Lo jodido no solo era que fuese un camarada, un compañero de misiones y aventuras, sino que... ¡Era un compañero de equipo también! Y ambos nos conocíamos muy bien, lo cual podía ser un arma de doble filo.
En fin.
Como hice en la primera ronda, lo primero que hice fue ir a buscar con al vista el balcón presidencial donde Kenzou-sama observaría expectante a sus subordinados e hice una reverencia para luego colocarme en mi correspondiente lugar y miraría a los ojos de mi rival.
— No te será tan fácil esta vez, Jurete — dije esbozando una sonrisa — Pero prométeme una cosa. Si me ganas asegúrate de llegar hasta la final y ganar. Por Kusagakure. ¡Prometemelo!
Apretaba el puño entre furioso y excitado. Fuese quien fuese el ganador de aquella pelea, ese alguien debía ser se alzase victorioso al final del torneo.
![[Imagen: K1lxG4r.png]](https://i.imgur.com/K1lxG4r.png)
![[Imagen: dlinHLO.png]](https://i.imgur.com/dlinHLO.png)
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