11/08/2017, 15:49
Vi los destrozos que causé en la marioneta y entonces, como si fuese un efecto secundario de la técnica la razón se adueñó de mi cuerpo.
*¿Qué demonios estamos haciendo?*
Gen había estallado en mil pedazos. Mis heridas empezaban a causar verdaderos estragos en mi entereza física... Aquel entrenamiento lo habíamos llevado demasiado lejos. De hecho... Aquello se asemejaba más a un combate a muerte que a un entrenamiento para calentar motores de cara al inminente torneo y le había jodido su mejor arma, tan solo esperaba que pudiera tenerla lista para cuando empezase su combate. De lo contrario todo el peso de la responsabilidad caería sobre mis hombros como una gran carga que nos ería capaz de llevar.
No obstante, al igual que hice yo en primera instancia, Juro no había terminado. Quería seguir con aquel sin sentido. quizás no había llegado a mi conclusión y de nuevo una ráfaga de viento me golpeó con dureza. Sin poder remediarlo di alguna que otra vuelta de campana e incluso algún que otro corte. Creo que incluso me clavé alguna astilla de la madera agrietada.
— ¡No te creas que estoy indefenso sin mi marioneta!
Alcé la mano como pude. Ya no sentía aquellos picores infernales, me había librado de aquella cosa.
— Ya basta, Jurete — dije, tratando de ser conciliador — Al final vamos a acabar matándonos el uno al otro. Mira a Gen... Yo no quiero acabar como ella
Mis palabras eran totalmente sinceras, no estaba escondiendo nada. Quería parar aquello y quería pararlo ya. Me miré la mano y vi una de las astillas clavada en el reversos de la palma de mi mano. Lo aparte con la inestimable ayuda de mis dedos, no sin dejar a su paso un leve hilo de sangre. Afortunadamente, el hinchazón de la cara y el pecho habían cesado y poco a poco volvían a su estado original.
*¿Qué demonios estamos haciendo?*
Gen había estallado en mil pedazos. Mis heridas empezaban a causar verdaderos estragos en mi entereza física... Aquel entrenamiento lo habíamos llevado demasiado lejos. De hecho... Aquello se asemejaba más a un combate a muerte que a un entrenamiento para calentar motores de cara al inminente torneo y le había jodido su mejor arma, tan solo esperaba que pudiera tenerla lista para cuando empezase su combate. De lo contrario todo el peso de la responsabilidad caería sobre mis hombros como una gran carga que nos ería capaz de llevar.
No obstante, al igual que hice yo en primera instancia, Juro no había terminado. Quería seguir con aquel sin sentido. quizás no había llegado a mi conclusión y de nuevo una ráfaga de viento me golpeó con dureza. Sin poder remediarlo di alguna que otra vuelta de campana e incluso algún que otro corte. Creo que incluso me clavé alguna astilla de la madera agrietada.
— ¡No te creas que estoy indefenso sin mi marioneta!
Alcé la mano como pude. Ya no sentía aquellos picores infernales, me había librado de aquella cosa.
— Ya basta, Jurete — dije, tratando de ser conciliador — Al final vamos a acabar matándonos el uno al otro. Mira a Gen... Yo no quiero acabar como ella
Mis palabras eran totalmente sinceras, no estaba escondiendo nada. Quería parar aquello y quería pararlo ya. Me miré la mano y vi una de las astillas clavada en el reversos de la palma de mi mano. Lo aparte con la inestimable ayuda de mis dedos, no sin dejar a su paso un leve hilo de sangre. Afortunadamente, el hinchazón de la cara y el pecho habían cesado y poco a poco volvían a su estado original.
Narro ~ Hablo ~ Pienso ~ Kumopansa