11/08/2017, 19:46
Mogura cada vez tenía que intentar más y más duro por mantener la calma, Ayame encima no hacía más que dejárselo cada vez más y más difícil. No solo le había gritado a un superior en el oído sino que parecía ignorarlo completamente.
—¡Ah! ¿Sí, Arashikage-sama?
Ayame parecía no tener idea de lo que había hecho y alegremente contestó a la Kage de Amegakure.
—¡¡VETE A TOMAR POR CULO!!
Los ojos del joven médico se pusieron como platos y quedó con la boca abierta por un par de segundos. Sus manos no se habían movido de su cabeza. ¿Qué tan fuerte tendría que haber gritado Yui para que él mismo fuese capaz de escucharle a esa distancia? Shanise había dejado escapar un Ja bastante fuerte pero... ya no sabía que pensar realmente.
Se notaban los efectos en la joven kunoichi, le costaba un poco mantenerse en pie y no parecía que la gravedad hiciese efecto en su visión de la realidad.
—Yo... yo... Lo... lo siento mucho...
Exclamaría haciendo un pobre intento de una reverencia. Mogura no pudo evitar tener que arreglarse el cabello con ambas manos al mismo tiempo, muy lentamente.
«¿Qué sucede contigo, muchacha?»
Era lo único que podía pensar en ese momento.
De golpe, Ayame se reincorporó y golpeó la palma de su mano abierta con su otra mano.
—¡Ya sé! ¡Podemos invocar a los otros dos grupos y preguntarles a ellos! ¡Alguno tiene que saberlo!
No estaba seguro de que decir, si debía intervenir para evitar que maten a la jinchuuriki del Gobi y que el túnel se arruine y la bestia de cinco colas se libere en medio del País de la Tormenta. ¿Shanise tendría la paciencia necesaria para no ahorcar a Ayame? ¿Shanise se encontraría bien a todo esto?
El joven médico de Amegakure no estaba seguro de como proceder en ese momento y la duda hizo que se quedase mirando a las dos féminas del grupo.
—¡Ah! ¿Sí, Arashikage-sama?
Ayame parecía no tener idea de lo que había hecho y alegremente contestó a la Kage de Amegakure.
—¡¡VETE A TOMAR POR CULO!!
Los ojos del joven médico se pusieron como platos y quedó con la boca abierta por un par de segundos. Sus manos no se habían movido de su cabeza. ¿Qué tan fuerte tendría que haber gritado Yui para que él mismo fuese capaz de escucharle a esa distancia? Shanise había dejado escapar un Ja bastante fuerte pero... ya no sabía que pensar realmente.
Se notaban los efectos en la joven kunoichi, le costaba un poco mantenerse en pie y no parecía que la gravedad hiciese efecto en su visión de la realidad.
—Yo... yo... Lo... lo siento mucho...
Exclamaría haciendo un pobre intento de una reverencia. Mogura no pudo evitar tener que arreglarse el cabello con ambas manos al mismo tiempo, muy lentamente.
«¿Qué sucede contigo, muchacha?»
Era lo único que podía pensar en ese momento.
De golpe, Ayame se reincorporó y golpeó la palma de su mano abierta con su otra mano.
—¡Ya sé! ¡Podemos invocar a los otros dos grupos y preguntarles a ellos! ¡Alguno tiene que saberlo!
No estaba seguro de que decir, si debía intervenir para evitar que maten a la jinchuuriki del Gobi y que el túnel se arruine y la bestia de cinco colas se libere en medio del País de la Tormenta. ¿Shanise tendría la paciencia necesaria para no ahorcar a Ayame? ¿Shanise se encontraría bien a todo esto?
El joven médico de Amegakure no estaba seguro de como proceder en ese momento y la duda hizo que se quedase mirando a las dos féminas del grupo.
Hablo - Pienso