Y pensaba que lo peor había pasado, pero estaba muy equivocado, unos segundos mas tardes Kaido estalló en una sonora carcajada que seguro se escuchó en el otro lado del valle, se estaba burlando sí, nuevamente de mí, no obstante, no estaba seguro del porqué.
"¿Conocerá a Yota?" Dudé, mas cuándo escuché sus palabras la pregunta estaba mas que respondida. "La próxima ves será mejor que no diga nada"
—Es bueno saber que la aldea tendrá por lo menos algún representante en la segunda ronda, ¿sabes si pasó alguien más?— Aunque realmente no estaba seguro de todos los nombres de los candidatos de Amegakure, sus rostros me fueron familiares sí, pero llegar a recordar sus nombres...
—Estaré viendo todas las batallas de la segunda ronda, no vayas a perder!— Manifesté dándole ánimos y quizá poniendo un poco de peso sobre sus hombros.
Luego posé mi mirada en Daigo. —Somos los caídos la primera ronda jeje— Un comentario un poco tonto pero era para bromear un poco. Pensé un poco en el rival del pes, pero no había visto a ninguna mujer marimacha ni nada semejante por lo que mi esfuerzo fue en vano.
—Escuche decir que tu rival fue...— Traté de recordar el nombre, hacia solo unos minutos lo había escuchado y ya se me había olvidado. —Daa...— Expresé duditativo con la esperanza de que alguno de los presentes complementará el nombre.
"¿Conocerá a Yota?" Dudé, mas cuándo escuché sus palabras la pregunta estaba mas que respondida. "La próxima ves será mejor que no diga nada"
—Es bueno saber que la aldea tendrá por lo menos algún representante en la segunda ronda, ¿sabes si pasó alguien más?— Aunque realmente no estaba seguro de todos los nombres de los candidatos de Amegakure, sus rostros me fueron familiares sí, pero llegar a recordar sus nombres...
—Estaré viendo todas las batallas de la segunda ronda, no vayas a perder!— Manifesté dándole ánimos y quizá poniendo un poco de peso sobre sus hombros.
Luego posé mi mirada en Daigo. —Somos los caídos la primera ronda jeje— Un comentario un poco tonto pero era para bromear un poco. Pensé un poco en el rival del pes, pero no había visto a ninguna mujer marimacha ni nada semejante por lo que mi esfuerzo fue en vano.
—Escuche decir que tu rival fue...— Traté de recordar el nombre, hacia solo unos minutos lo había escuchado y ya se me había olvidado. —Daa...— Expresé duditativo con la esperanza de que alguno de los presentes complementará el nombre.