13/08/2017, 12:48
—Probablemente estás hablando de Keisuke
*Keisuke entonces, ¿Eh?*
La verdad, a mi me parece un gilipollas, por lo poco que hemos hablado. Y su hermano, otro peor. Qué ascazo me dan.
Al parecer Daruu tampoco es que se llevase bien con ese tipo. Por lo visto hacia amigos allí donde iba. La verdad es que el mamón durante la pelea se fue transformando. Ni yo mismo acabé por comprender lo que había sucedido. Probablemente estuviese loco y ya está.
—Sí, Daigo-san es genial, la verdad. Casi me gana, mira cómo me dejó el cabrón —rio, levantándose la camiseta y enseñando las vendas del abdomen—. Menos mal que to uso un Taijutsu más peculiar todavía.
En efecto pude ver todos los vendajes tras su pelea inicial. Por lo visto Daigo-san, el muchacho con el que vine hasta aquel lugar era alguien peligroso en un combate, pero Si Daruu había ganado era más duro de roer. Definitivamente las cosas iban a ser más jodidas en la segunda ronda.
— ¿Daigo-san? En realidad me estaba refiriendo a Keisuke sus puñetazos eran duros como piedras. No era un simple taijutsu aunque no sabría decir como lo hacia... A simple vista parecía un taijutsu de lo más normal. Un puñetazo sin más, vaya. Pero luego te golpeaba y sentías como te iba quitando la vida. Realmente curioso...
—Y bueno, ¿ibas a algún lado? ¿Tienes algo que hacer?
— Pues... ahora que lo dices. Tras el combate con Keisuke ocurrió algo raro — me rasqué la nuca pensativo — En realidad acabo de salir del hospital, pero me gustaría investigar un poco sobre el tema. Me pregunto si por aquí habrá algún loquero de esos... Ya sabes un vidente o alguien que pueda ayudar. Mejor te pongo un poco en situación...
Le hice un ademán para que me siguiese a una de las callejuelas. No me apetecía que todo Dios escuchase lo que estaba por decirle. Ni siquiera supe por qué narices estaba dispuesto a contárselo a él. Por algún motivo confiaba en el Hyuga. La calle era oscura y no había nadie en ella. Al parecer las trastiendas de algunos locales daban allí y profanaba un hedor de mil demonios.
— Verás... A ver por donde empiezo. Quizás lo mejor sería contártelo desde el principio. Bien, hace ya unos años, al volver de la academia fui directo a casa y me encontré que toda la casa estaba acordonada por la polícia. No pude evitar entrar a ver qué pasaba y cuando entré... — la voz se me fue rompiendo poco a poco a medida que iba recordando todo aquello — Lo que encontré... Marcaría toda mi vida. Mi padre fue asesinado y allí estaba su cuerpo sin vida, en mitad del salón. Bueno... No estaba muerto pero casi. Me pidió que me quedase con sus katanas —
Señale las katanas que posaban en mi espalda mientras secaba las pocas lágrimas que nacieron en mis ojos.
— ¿Por qué te estoy contando esto? Ahí viene lo divertido. Cuando terminó la pelea con Keisuke le escuché. Era él y estaba allí. Los médicos insistieron en que estaba alucinando que no había nadie allí. en mi estado no sabría decirte si podría discernir lo que era real de lo que no, pero joder, fue tan real... quiero averiguar quién tenía razón. Si los médicos o yo, así que voy a ver si por aquí hay alguien que puede serme de ayuda, ¿Te apuntas?
*Keisuke entonces, ¿Eh?*
La verdad, a mi me parece un gilipollas, por lo poco que hemos hablado. Y su hermano, otro peor. Qué ascazo me dan.
Al parecer Daruu tampoco es que se llevase bien con ese tipo. Por lo visto hacia amigos allí donde iba. La verdad es que el mamón durante la pelea se fue transformando. Ni yo mismo acabé por comprender lo que había sucedido. Probablemente estuviese loco y ya está.
—Sí, Daigo-san es genial, la verdad. Casi me gana, mira cómo me dejó el cabrón —rio, levantándose la camiseta y enseñando las vendas del abdomen—. Menos mal que to uso un Taijutsu más peculiar todavía.
En efecto pude ver todos los vendajes tras su pelea inicial. Por lo visto Daigo-san, el muchacho con el que vine hasta aquel lugar era alguien peligroso en un combate, pero Si Daruu había ganado era más duro de roer. Definitivamente las cosas iban a ser más jodidas en la segunda ronda.
— ¿Daigo-san? En realidad me estaba refiriendo a Keisuke sus puñetazos eran duros como piedras. No era un simple taijutsu aunque no sabría decir como lo hacia... A simple vista parecía un taijutsu de lo más normal. Un puñetazo sin más, vaya. Pero luego te golpeaba y sentías como te iba quitando la vida. Realmente curioso...
—Y bueno, ¿ibas a algún lado? ¿Tienes algo que hacer?
— Pues... ahora que lo dices. Tras el combate con Keisuke ocurrió algo raro — me rasqué la nuca pensativo — En realidad acabo de salir del hospital, pero me gustaría investigar un poco sobre el tema. Me pregunto si por aquí habrá algún loquero de esos... Ya sabes un vidente o alguien que pueda ayudar. Mejor te pongo un poco en situación...
Le hice un ademán para que me siguiese a una de las callejuelas. No me apetecía que todo Dios escuchase lo que estaba por decirle. Ni siquiera supe por qué narices estaba dispuesto a contárselo a él. Por algún motivo confiaba en el Hyuga. La calle era oscura y no había nadie en ella. Al parecer las trastiendas de algunos locales daban allí y profanaba un hedor de mil demonios.
— Verás... A ver por donde empiezo. Quizás lo mejor sería contártelo desde el principio. Bien, hace ya unos años, al volver de la academia fui directo a casa y me encontré que toda la casa estaba acordonada por la polícia. No pude evitar entrar a ver qué pasaba y cuando entré... — la voz se me fue rompiendo poco a poco a medida que iba recordando todo aquello — Lo que encontré... Marcaría toda mi vida. Mi padre fue asesinado y allí estaba su cuerpo sin vida, en mitad del salón. Bueno... No estaba muerto pero casi. Me pidió que me quedase con sus katanas —
Señale las katanas que posaban en mi espalda mientras secaba las pocas lágrimas que nacieron en mis ojos.
— ¿Por qué te estoy contando esto? Ahí viene lo divertido. Cuando terminó la pelea con Keisuke le escuché. Era él y estaba allí. Los médicos insistieron en que estaba alucinando que no había nadie allí. en mi estado no sabría decirte si podría discernir lo que era real de lo que no, pero joder, fue tan real... quiero averiguar quién tenía razón. Si los médicos o yo, así que voy a ver si por aquí hay alguien que puede serme de ayuda, ¿Te apuntas?
Narro ~ Hablo ~ Pienso ~ Kumopansa