13/08/2017, 21:36
Daruu inspeccionó el interior del edificio.
No había nada extraño. La casa de un vendehumos cualquiera. Decora un poco esto así, pon esta voz profunda asá, y enseguida te tiran el dinero a la cara. La entrada estaba decorada con musgo y setas, como la fachada. Luego había un pasillo que continuaba hasta una habitación mediana, con una mesa camilla morada... Y ya está. La puta bola. ¡Es una bola de cristal, joder, qué vas a ver ahí!
Y también estaba ella. Una abuela corriente, con su estatura enjuta, su bastón de madera... Solo que, obviamente, parecía el cayado de una bruja de cuento.
—¿Y bien? ¿Vas a entrar o qué?
—Después de ti, Yota-san. Parece que es tu timadora corriente y moliente, justo lo que buscas. No hay nada raro ahí dentro.
»Pero pasa tu primero, que se te descoordinan los principios activos mentales y no te puede leer la cabezota —bromeó.
No había nada extraño. La casa de un vendehumos cualquiera. Decora un poco esto así, pon esta voz profunda asá, y enseguida te tiran el dinero a la cara. La entrada estaba decorada con musgo y setas, como la fachada. Luego había un pasillo que continuaba hasta una habitación mediana, con una mesa camilla morada... Y ya está. La puta bola. ¡Es una bola de cristal, joder, qué vas a ver ahí!
Y también estaba ella. Una abuela corriente, con su estatura enjuta, su bastón de madera... Solo que, obviamente, parecía el cayado de una bruja de cuento.
—¿Y bien? ¿Vas a entrar o qué?
—Después de ti, Yota-san. Parece que es tu timadora corriente y moliente, justo lo que buscas. No hay nada raro ahí dentro.
»Pero pasa tu primero, que se te descoordinan los principios activos mentales y no te puede leer la cabezota —bromeó.