18/08/2017, 12:53
Shanise suspiró, aliviada, cuando Mogura aseguró que tenía más comida sellada en los pergaminos. Sin duda, aunque le jodía reconocerlo, era mucho mejor que aquellos sándwiches de mierda. ¿Por qué no había sellado comida en pergaminos, como él? Se asintió a sí misma, como en un soliloquio mental: hasta un genin puede darte una lección de vez en cuando, ¿eh?
—Shanise-senpai... ¿De verdad conocías a mi madre?
—Sí... Tienes sus mismos ojos, y el rizo del pelo —dijo—. Pero no hablemos más del pasado. Un ninja tiene que mantener el corazón endurecido, y estas cosas no hacen más que ablandarlo. —Sentenció y puso punto y final a la noche.
Los tres durmieron en perfecta tranquilidad, auspiciados por el techo de hormigón del Túnel. Allí, los ruidos de los truenos sonaban lejanos, como carentes de importancia...
...Mogura rodó con su saco de dormir mientras dormía, y acabó encima de la cinta transportadora...
—¡Ayame, Ayame! —la voz de Shanise le llegaba amortiguada junto al rumor de un aparato mecánico—. ¡Ayame, despierta! ¡Es Mogura, ha desaparecido!
La dulce caricia de la lluvia de su país natal abrazó a Mogura lamiéndole el rostro con delicadeza. Cuando abrió los ojos, se encontró envuelto en su saco de dormir, en medio... en medio de un campo de hierba.
¿Dónde estaba?
Si salía del saco y se levantaba, vería el Túnel, a unos veinte metros. El guardia de la entrada dormía distraídamente. Si se daba la vuelta vería un bosque. Claramente, no estaba en el extremo del Túnel por donde habían entrado.
Pero no estaba con sus compañeros. Y, que él supiera, cuando se durmió sí estaban ahí...
—Shanise-senpai... ¿De verdad conocías a mi madre?
—Sí... Tienes sus mismos ojos, y el rizo del pelo —dijo—. Pero no hablemos más del pasado. Un ninja tiene que mantener el corazón endurecido, y estas cosas no hacen más que ablandarlo. —Sentenció y puso punto y final a la noche.
Los tres durmieron en perfecta tranquilidad, auspiciados por el techo de hormigón del Túnel. Allí, los ruidos de los truenos sonaban lejanos, como carentes de importancia...
...Mogura rodó con su saco de dormir mientras dormía, y acabó encima de la cinta transportadora...
···
—¡Ayame, Ayame! —la voz de Shanise le llegaba amortiguada junto al rumor de un aparato mecánico—. ¡Ayame, despierta! ¡Es Mogura, ha desaparecido!
···
La dulce caricia de la lluvia de su país natal abrazó a Mogura lamiéndole el rostro con delicadeza. Cuando abrió los ojos, se encontró envuelto en su saco de dormir, en medio... en medio de un campo de hierba.
¿Dónde estaba?
Si salía del saco y se levantaba, vería el Túnel, a unos veinte metros. El guardia de la entrada dormía distraídamente. Si se daba la vuelta vería un bosque. Claramente, no estaba en el extremo del Túnel por donde habían entrado.
Pero no estaba con sus compañeros. Y, que él supiera, cuando se durmió sí estaban ahí...
Esta cuenta representa a la totalidad de los administradores de NinjaWorld.es