18/08/2017, 22:56
No había motivos para no hacerle visita a aquella chica que momentos atrás había llamado a la puerta, aunque tampoco tenía una buena excusa para no haberle atendido en el momento salvo tal vez decir que había estado durmiendo o similar, después de todo era un tanto dudable que no haya escuchado absolutamente nada desde el otro lado de la puerta.
Poco después de haber llamado a la puerta, un golpe se escuchó, como si hubiesen dejado caer algo al piso en el interior de la habitación pero pronto la puerta se abrió y una joven algo baja de estatura pero muy bonita se asomó del otro lado.
—Hola —alcanzó a saludar esbozando una sonrisa.
Pero antes de proseguir indicando que no se había dejado absolutamente nada perdido, la contraria prosiguió dejando en claro que sabía bien quien era y también, mostrándole una prenda que... Sin lugar a dudas le quedaría algo pequeña.
—Nop, no es mío —indicó tras estirar un poco la prenda con la mano que tenía libre.
Habrá sido de alguien más que pasaba, pero de la pecosa no podía ser ya que la chaqueta era algo corta para ella.
—Te llamas Eri, ¿verdad? Fuiste compañera de promoción de Noemi —este era un intento por entablar conversación con la de ojos morados, necesitaba hablar con alguien luego de lo que pasó—. ¿Cómo te fue en la pelea?
Realmente no sabía hacia donde llevarse la conversación, pero hasta el momento siempre le había servido sacar el tema de su hermana o en este caso, hablar sobre el torneo y que Eri estuviese alojada en uno de estos pequeños departamentos indicaba indudablemente que estaba participando, o en su defecto que su participación ya había terminado como la de la rubia.
Poco después de haber llamado a la puerta, un golpe se escuchó, como si hubiesen dejado caer algo al piso en el interior de la habitación pero pronto la puerta se abrió y una joven algo baja de estatura pero muy bonita se asomó del otro lado.
—Hola —alcanzó a saludar esbozando una sonrisa.
Pero antes de proseguir indicando que no se había dejado absolutamente nada perdido, la contraria prosiguió dejando en claro que sabía bien quien era y también, mostrándole una prenda que... Sin lugar a dudas le quedaría algo pequeña.
—Nop, no es mío —indicó tras estirar un poco la prenda con la mano que tenía libre.
Habrá sido de alguien más que pasaba, pero de la pecosa no podía ser ya que la chaqueta era algo corta para ella.
—Te llamas Eri, ¿verdad? Fuiste compañera de promoción de Noemi —este era un intento por entablar conversación con la de ojos morados, necesitaba hablar con alguien luego de lo que pasó—. ¿Cómo te fue en la pelea?
Realmente no sabía hacia donde llevarse la conversación, pero hasta el momento siempre le había servido sacar el tema de su hermana o en este caso, hablar sobre el torneo y que Eri estuviese alojada en uno de estos pequeños departamentos indicaba indudablemente que estaba participando, o en su defecto que su participación ya había terminado como la de la rubia.