19/08/2017, 00:42
La joven que tenía delante negó por completo que la prenda que ella había encontrado era suya.
«Y no me extraña, esto no le cerraría...»
Y no era para nada porque Koko tuviese unos kilos de más ni nada por el estilo, era por lo que le sobraba de talla en la parte de arriba de su cuerpo. Claro que Eri tenía, y bastante; pero no podía competir con la kunoichi que tenía delante. Eso y que tenía una extraña pero atrayente belleza, ¿serían sus pecas? ¿Su precioso tono de cabello? ¿Todo de ella?
El aura que transmitía era algo con lo que Eri no podía —ni estaba segura de que quisiese— competir.
—Te llamas Eri, ¿verdad? Fuiste compañera de promoción de Noemi —la de cabellos morados asintió tomando de nuevo la prenda que había tomado Koko segundos atrás —. ¿Cómo te fue en la pelea?
«Mierda.»
El tema del que no tenía muchas ganas de hablar.
—Creo... Que este no es momento ni el lugar adecuados para hablar de eso —murmuró la joven mientras miraba a ambos lados de la puerta —. ¿Por qué no pasas y hablamos dentro? Tengo té, y algunas galletas que compré el otro día.
Y es que aunque no quisiese hablar del tema, quería simplemente charlar y tener la compañía de alguien. Se echó a un lado dejando espacio suficiente para que la kunoichi del remolino pasase dentro, invitándola con la mirada y una tímida sonrisa.
«Y no me extraña, esto no le cerraría...»
Y no era para nada porque Koko tuviese unos kilos de más ni nada por el estilo, era por lo que le sobraba de talla en la parte de arriba de su cuerpo. Claro que Eri tenía, y bastante; pero no podía competir con la kunoichi que tenía delante. Eso y que tenía una extraña pero atrayente belleza, ¿serían sus pecas? ¿Su precioso tono de cabello? ¿Todo de ella?
El aura que transmitía era algo con lo que Eri no podía —ni estaba segura de que quisiese— competir.
—Te llamas Eri, ¿verdad? Fuiste compañera de promoción de Noemi —la de cabellos morados asintió tomando de nuevo la prenda que había tomado Koko segundos atrás —. ¿Cómo te fue en la pelea?
«Mierda.»
El tema del que no tenía muchas ganas de hablar.
—Creo... Que este no es momento ni el lugar adecuados para hablar de eso —murmuró la joven mientras miraba a ambos lados de la puerta —. ¿Por qué no pasas y hablamos dentro? Tengo té, y algunas galletas que compré el otro día.
Y es que aunque no quisiese hablar del tema, quería simplemente charlar y tener la compañía de alguien. Se echó a un lado dejando espacio suficiente para que la kunoichi del remolino pasase dentro, invitándola con la mirada y una tímida sonrisa.
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)