11/07/2015, 15:22
Debido a la gran explosión que escuchó la cantidad de chakra de su mano izquierda fue desvaneciéndose por momentos. Pero no podía girarse y mirar qué había sido el causante de dicho estruendo, no podía perder de vista al que ahora era su enemigo. Sin embargo, el hombre que estaba junto a la joven se había quitado la capucha, dejando ver que era un hombre marcado por la edad ya.
Sin embargo la expresión del hombre no reflejaba lo que minutos antes parecía. Su voz hablaba tranquila y calculadora, pero ahora su cara tenía una expresión de horror al mirar hacia el claro donde estaban todas las tiendas y las armas,
''¿Habrán descubierto a Yoshi...?''
Entonces escuchó varias voces que procedían del claro, algunos murmuros de al parecer personas que salían de las tiendas para observar qué había sucedido. Eri suspiró y decidió alejarse lentamente del punto donde se encontraba, intentando no alarmar al extraño.
-¿Qué cojones... Ha pasado?- La persona que acompañaba a la kunoichi seguía ensimismado en lo que había ocurrido, y eso lo aprovechó a su favor la de ojos verdes. Que concentró un poco de chackra en su mano izquierda de nuevo, se intentó colocar detrás del hombre y lograr noquearle para dejarlo inconsciente, sin embargo cuando levantó la mano para darle en la nuca... No lograba llegar a darle debido a la estatura de la joven.
''Joder, joder, joder...'' Repetía mentalmente. ''¿Qué hago?''
Cuando logró llegar a su nuca después de estar dando saltos como una retrasada, pero cuando casi impacta contra el hombre... Él la tomó por la muñeca, y la levantó del suelo, quedando a varios centímetros de la tierra húmeda. Intentaba zafarse del agarre, pero le resultaba difícil ya que el hombre ponía demasiada fuerza en su muñeca.
-Tú... ¿Qué has hecho?- Comenzó a cuestionarla, acercando a la muchacha a su cara. ¿Qué les has hecho a las armas que estaban a mi cargo?- Su fuerza aumentaba. Y eso hacía a Eri soltar muecas de dolor, sin embargo logró propinarle una patada de tanto movimiento, que hizo al extraño soltarla, cayendo la joven al suelo y rodando hasta unos arbustos cercanos, mientras el hombre se sobaba la zona afectaba.
-No subestimes a alguien por su estatura, popu.- Susurró por lo bajo, para luego levantarse como pudo, frotándose la muñeca afectada, y adoptando una pose defensiva. No sabría cuanto tardaría Yoshi en volver pero quería asegurarse de que al menos este hombre no se interponía en su plan.
Sin embargo la expresión del hombre no reflejaba lo que minutos antes parecía. Su voz hablaba tranquila y calculadora, pero ahora su cara tenía una expresión de horror al mirar hacia el claro donde estaban todas las tiendas y las armas,
''¿Habrán descubierto a Yoshi...?''
Entonces escuchó varias voces que procedían del claro, algunos murmuros de al parecer personas que salían de las tiendas para observar qué había sucedido. Eri suspiró y decidió alejarse lentamente del punto donde se encontraba, intentando no alarmar al extraño.
-¿Qué cojones... Ha pasado?- La persona que acompañaba a la kunoichi seguía ensimismado en lo que había ocurrido, y eso lo aprovechó a su favor la de ojos verdes. Que concentró un poco de chackra en su mano izquierda de nuevo, se intentó colocar detrás del hombre y lograr noquearle para dejarlo inconsciente, sin embargo cuando levantó la mano para darle en la nuca... No lograba llegar a darle debido a la estatura de la joven.
''Joder, joder, joder...'' Repetía mentalmente. ''¿Qué hago?''
Cuando logró llegar a su nuca después de estar dando saltos como una retrasada, pero cuando casi impacta contra el hombre... Él la tomó por la muñeca, y la levantó del suelo, quedando a varios centímetros de la tierra húmeda. Intentaba zafarse del agarre, pero le resultaba difícil ya que el hombre ponía demasiada fuerza en su muñeca.
-Tú... ¿Qué has hecho?- Comenzó a cuestionarla, acercando a la muchacha a su cara. ¿Qué les has hecho a las armas que estaban a mi cargo?- Su fuerza aumentaba. Y eso hacía a Eri soltar muecas de dolor, sin embargo logró propinarle una patada de tanto movimiento, que hizo al extraño soltarla, cayendo la joven al suelo y rodando hasta unos arbustos cercanos, mientras el hombre se sobaba la zona afectaba.
-No subestimes a alguien por su estatura, popu.- Susurró por lo bajo, para luego levantarse como pudo, frotándose la muñeca afectada, y adoptando una pose defensiva. No sabría cuanto tardaría Yoshi en volver pero quería asegurarse de que al menos este hombre no se interponía en su plan.