11/07/2015, 16:10
Juro cerró la boca cuando empezó a escuchar el discurso de Zuka sobre lo poco habilidoso y lo inútil que parecía ser el supuesto Kazuma. Tomó aire, e intentó fingir que nada de esto le afectaba, porque no lo conocía, y por que era un ladrón, a pesar de saber muy bien que no era así.
También se sonrojó un poco cuando escuchó lo que tenía que decir acerca de su taller, él no se veía como un héore constructor, pero en ese momento, no le importó parecerlo.
Pero no pudo hacer mucho más, de repente , un grito rompió el silencio. Parecía ser una mujer, al menos por su voz. Zuka se disculpó, y salió corriendo a su encuentro.
— Yo también soy un ninja — exclamó, casi indignado, corriendo junto con él.
Al llegar, se encontraría con algo más que insólito. Una mujer pelirroja se encontraba rodeada de hombres, con ropajes de tono oscuro. Tanto Zuka como él parecían más que sorprendidos.
— ¿Que quieren de ella? — preguntó en voz baja, antes de que él mismo gritara por la respuesta. Aun así, todos las personas se fijaron en ellos.
Aun así, Juro sabía que lo tenían difícil. Había mucha gente, y peleando no iba a conseguir nada. No tenía técnicas para barrer a tanta gente, y desconocía que podía hacer Zuka.
— Sera mejor que os vayáis y dejes a la pobre chica — vociferó, intentando hacerse oír — ¿Creeis que no se han escuchado sus gritos? Me jugaría el cuello a que varios jounin ya se dirigen hacia aquí, a por vosotros.
También se sonrojó un poco cuando escuchó lo que tenía que decir acerca de su taller, él no se veía como un héore constructor, pero en ese momento, no le importó parecerlo.
Pero no pudo hacer mucho más, de repente , un grito rompió el silencio. Parecía ser una mujer, al menos por su voz. Zuka se disculpó, y salió corriendo a su encuentro.
— Yo también soy un ninja — exclamó, casi indignado, corriendo junto con él.
Al llegar, se encontraría con algo más que insólito. Una mujer pelirroja se encontraba rodeada de hombres, con ropajes de tono oscuro. Tanto Zuka como él parecían más que sorprendidos.
— ¿Que quieren de ella? — preguntó en voz baja, antes de que él mismo gritara por la respuesta. Aun así, todos las personas se fijaron en ellos.
Aun así, Juro sabía que lo tenían difícil. Había mucha gente, y peleando no iba a conseguir nada. No tenía técnicas para barrer a tanta gente, y desconocía que podía hacer Zuka.
— Sera mejor que os vayáis y dejes a la pobre chica — vociferó, intentando hacerse oír — ¿Creeis que no se han escuchado sus gritos? Me jugaría el cuello a que varios jounin ya se dirigen hacia aquí, a por vosotros.