20/08/2017, 18:12
—Pero detrás de toda legenda se esconde una verdad, ¿no es cierto? —
Mis oídos no dejaban escapar ninguna palabra, mucho menos las últimas del peliblanco que eran bastante acertadas. Seguido a ello Sarutobi se encargó de ir explicando medianamente la situación en la que se veía envuelto, no era un historiador de primera pero al parecer se había pulido un poco sobre el pasado de ese puedo que estaba alejado de toda humanidad. No obstante, mientras iba diciendo cada palabra sentía como el frío empezaba a meterse por mis manos y por mis pies, mi piel se estaba erizando con el pasar de lo segundos, no dude en acercarme al fuego para sentir un poco más de calidez.
Y tras unos segundos de silencio, en los cuales traté de recuperar un poco el color sonrosado de mi piel, llegaron unos cuantos sirvientes, tenían gruesas mantas y otro traía una bandeja con algunos cuantos aperitivos, rápidamente agarré un edredón de color hueso y me arropé lo mejor posible, acto que mi cuerpo agradeció. —Gracias.— Sonreí al primero y luego me volteé a ver al de la bandeja, rápidamente tomé chocolate caliente y unas cuantas galletas con trozo de chocolate. "Espero que no me de dolor de estómago por estar comiendo tanto" aunque sin reparar mucho en ello le di un mordisco. —Gracias.— Sonreí amablemente al segundo.
Ahora me encontraba mucho más cómodo que antes, sin embargo, había un cojín que me estaba llamando a reposar en él, unos cuantos segundos más tarde me encontraba sobre el mueble, le di un pequeño sorbo al humeante y espeso chocolate. —Tiene toda mi atención.— Dije una vez estaba listo.
Mis oídos no dejaban escapar ninguna palabra, mucho menos las últimas del peliblanco que eran bastante acertadas. Seguido a ello Sarutobi se encargó de ir explicando medianamente la situación en la que se veía envuelto, no era un historiador de primera pero al parecer se había pulido un poco sobre el pasado de ese puedo que estaba alejado de toda humanidad. No obstante, mientras iba diciendo cada palabra sentía como el frío empezaba a meterse por mis manos y por mis pies, mi piel se estaba erizando con el pasar de lo segundos, no dude en acercarme al fuego para sentir un poco más de calidez.
Y tras unos segundos de silencio, en los cuales traté de recuperar un poco el color sonrosado de mi piel, llegaron unos cuantos sirvientes, tenían gruesas mantas y otro traía una bandeja con algunos cuantos aperitivos, rápidamente agarré un edredón de color hueso y me arropé lo mejor posible, acto que mi cuerpo agradeció. —Gracias.— Sonreí al primero y luego me volteé a ver al de la bandeja, rápidamente tomé chocolate caliente y unas cuantas galletas con trozo de chocolate. "Espero que no me de dolor de estómago por estar comiendo tanto" aunque sin reparar mucho en ello le di un mordisco. —Gracias.— Sonreí amablemente al segundo.
Ahora me encontraba mucho más cómodo que antes, sin embargo, había un cojín que me estaba llamando a reposar en él, unos cuantos segundos más tarde me encontraba sobre el mueble, le di un pequeño sorbo al humeante y espeso chocolate. —Tiene toda mi atención.— Dije una vez estaba listo.