12/07/2015, 08:48
Un último choque de manos entre hermanos para concluir con un día lleno de emociones. En ese mismo instante la vida de dos prometedores jóvenes apenas comenzaba. Un camino que les deparaba un sin fin de aventuras y experiencias llenas de emoción, aunque no por ello exentas de peligro. De cualquier forma, tanto Yota como Kota se habían convertido oficialmente en gennin de la grandiosa aldea de Uzushiogakure y esperaban poder cumplir con los designios de su hogar todo para preservar su bienestar.
—Nada puede salir mal —contestó él de igual forma, reafirmando lo dicho por su hermano.
—Nada puede salir mal —contestó él de igual forma, reafirmando lo dicho por su hermano.