24/08/2017, 10:37
Yota gritó de dolor cuando el shuriken se internó en su hombro. . De igual forma, los propios quejidos de dolor dados por Juro acallaron ese grito.
En el suelo, tosiendo sangre, y tratando de que la herida grave que le acababa de causar dejase de dolor. En menuda forma había terminado. Como un destello fugaz, recordó las palabras que Nabi, ninja de Uzushiogakure, le había dirigido antes de la primera ronda: "Tu intenta que no te maten ni te dejen paralítico".
Casi le arrancó una sonrisa. A punto había estado de ambas cosas.
— Déjalo ya, Jurete. Estás demasiado herido. Yo... Yo... No quería pegarte tan fuerte, de verdad, pero... ¡Tengo que ganar!
Iba a responder, pero antes de que hicese nada, un brillo comenzó a salir de la manga inzquierda de Yota. Un sello explosivo se desprendió de él y cayó al suelo, para explotar sobre Yota.
« Sasagani Yota. El único shinobi capaz de recibir heridas cuando su oponente ya ha perdido »
Le observó con curiosidad, mientras sacaba un caramelo de la petaca.
— ¿Estas... bien? — preguntó, tratando de contener las ganas de vomitar. La situación ya era subrealista. Su mirada se volvió un gesto de desaprobación —. ¿Quién quedará para Kusagakure si te inmolas a lo loco?
Juro cada vez se sentía peor. No solo era el dolor del costado y la sangre. El pecho le ardía cuando respiraba. Sentía que algo iba mal en su cuerpo. Trató de levantarse, en vano. Soltó un alarido de dolor mientras se trataba de poner en pie.
— De verdad que quería seguir luchando... y dejar bien a la aldea... —. Y ahí estaba. Con esa convicción, pero de rodillas, incapaz de levantarse. Trató de contener las lágrimas, por el dolor —, pero...
Se quedó ahí, tratando de no hacerse más daño. Era inutil. Como le había dicho Nabi, no merecía la pena hacerse una lesión grave por el torneo.
Esperó el famoso sello de reconciliación, que supuse que harían, después de haber hecho el anterior.
En el suelo, tosiendo sangre, y tratando de que la herida grave que le acababa de causar dejase de dolor. En menuda forma había terminado. Como un destello fugaz, recordó las palabras que Nabi, ninja de Uzushiogakure, le había dirigido antes de la primera ronda: "Tu intenta que no te maten ni te dejen paralítico".
Casi le arrancó una sonrisa. A punto había estado de ambas cosas.
— Déjalo ya, Jurete. Estás demasiado herido. Yo... Yo... No quería pegarte tan fuerte, de verdad, pero... ¡Tengo que ganar!
Iba a responder, pero antes de que hicese nada, un brillo comenzó a salir de la manga inzquierda de Yota. Un sello explosivo se desprendió de él y cayó al suelo, para explotar sobre Yota.
« Sasagani Yota. El único shinobi capaz de recibir heridas cuando su oponente ya ha perdido »
Le observó con curiosidad, mientras sacaba un caramelo de la petaca.
— ¿Estas... bien? — preguntó, tratando de contener las ganas de vomitar. La situación ya era subrealista. Su mirada se volvió un gesto de desaprobación —. ¿Quién quedará para Kusagakure si te inmolas a lo loco?
Juro cada vez se sentía peor. No solo era el dolor del costado y la sangre. El pecho le ardía cuando respiraba. Sentía que algo iba mal en su cuerpo. Trató de levantarse, en vano. Soltó un alarido de dolor mientras se trataba de poner en pie.
— De verdad que quería seguir luchando... y dejar bien a la aldea... —. Y ahí estaba. Con esa convicción, pero de rodillas, incapaz de levantarse. Trató de contener las lágrimas, por el dolor —, pero...
Se quedó ahí, tratando de no hacerse más daño. Era inutil. Como le había dicho Nabi, no merecía la pena hacerse una lesión grave por el torneo.
Esperó el famoso sello de reconciliación, que supuse que harían, después de haber hecho el anterior.
Hablo / Pienso
Avatar hecho por la increible Eri-sama.
...
Sellos implantados: Hermandad intrepida
- Juro y Datsue : Aliento nevado, 218. Poder:60