24/08/2017, 17:39
« Supongo que esta es mi primera vez en un hospital... »
La habitación en la que Juro se encontraba parecía ser la típica habitación de hospital: un cuarto individual — afortunadamente, no lo compartía con nadie — de paredes blanquecinas. Juro reposaba en una camilla, con una bata de hospital. A su lado, había una pequeña repisa, donde había depositado tanto su portaobjetos como su bandana y las cosas que tenía. A su espalda, había un gran ventanal que dejaba entrar la luz del día. A otra mano, una puerta corrediza, por donde entraban y salían los médicos, las enfermeras, y, en ocasiones, su hermana.
Tras la batalla, el genin había sido llevado en camilla hasta aquel lugar, donde le habían atendido. El golpe provocado por Yota le había causado una fractura. A eso se achacaba el dolor, la dificultad de respiración y su incapacidad para seguir peleando. A eso y al cansancio, claro. La zona abdominal por donde había recibido el golpe estaba vendada, bajo su pecho.
Juro no había perdido la consciencia en ningún momento desde que había sido transportado ahí, aunque había dormido bastante. Estaba casi incomunicado, si no fuese por la ventana, que le permitía ver cuando era de día y de noche.
Suspiró. Se preguntó como le iría a Yota. No había recibido daños para ser hospitalizado, al menos por su parte. Supuso que él se había llevado a su marioneta, pues no estaba con él. La perspectiva de que Gen se hubiese quedado en mitad de la arena no le hacía mucha gracia. Pero pensándolo bien, todo el mundo le había visto con ella.
— Que aburrido — murmuró. Ni si quiera podía entretenerse moviendo nada. No se atrevía a usar chakra aún.
Con calma, observó el exterior de la ventana. Desde la camilla, solo podía ver el cielo azul y el sol. Muy pocas nubes se asomaban por el claro. Un pequeño paisaje digno de un cuadro.
La habitación en la que Juro se encontraba parecía ser la típica habitación de hospital: un cuarto individual — afortunadamente, no lo compartía con nadie — de paredes blanquecinas. Juro reposaba en una camilla, con una bata de hospital. A su lado, había una pequeña repisa, donde había depositado tanto su portaobjetos como su bandana y las cosas que tenía. A su espalda, había un gran ventanal que dejaba entrar la luz del día. A otra mano, una puerta corrediza, por donde entraban y salían los médicos, las enfermeras, y, en ocasiones, su hermana.
Tras la batalla, el genin había sido llevado en camilla hasta aquel lugar, donde le habían atendido. El golpe provocado por Yota le había causado una fractura. A eso se achacaba el dolor, la dificultad de respiración y su incapacidad para seguir peleando. A eso y al cansancio, claro. La zona abdominal por donde había recibido el golpe estaba vendada, bajo su pecho.
Juro no había perdido la consciencia en ningún momento desde que había sido transportado ahí, aunque había dormido bastante. Estaba casi incomunicado, si no fuese por la ventana, que le permitía ver cuando era de día y de noche.
Suspiró. Se preguntó como le iría a Yota. No había recibido daños para ser hospitalizado, al menos por su parte. Supuso que él se había llevado a su marioneta, pues no estaba con él. La perspectiva de que Gen se hubiese quedado en mitad de la arena no le hacía mucha gracia. Pero pensándolo bien, todo el mundo le había visto con ella.
— Que aburrido — murmuró. Ni si quiera podía entretenerse moviendo nada. No se atrevía a usar chakra aún.
Con calma, observó el exterior de la ventana. Desde la camilla, solo podía ver el cielo azul y el sol. Muy pocas nubes se asomaban por el claro. Un pequeño paisaje digno de un cuadro.
Hablo / Pienso
Avatar hecho por la increible Eri-sama.
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Sellos implantados: Hermandad intrepida
- Juro y Datsue : Aliento nevado, 218. Poder:60