25/08/2017, 16:01
Haciendo gala de su genial capacidad de razonamiento, el joven médico terminó de ubicarse en el espacio. Entendió que había sucedido y más importante, qué tenía que hacer. Nada, básicamente, esperar a que vengan por él. Teóricamente había quedado delante en el camino y tarde o temprano tendrían que salir del Túnel sus compañeras de equipo.
—¡MOGURA-SAAAAAAAAAAN!
Sonrió para su interior al darse cuenta nuevamente de que estaba en lo correcto, para variar. Un nuevo diagnostico acertado para el mejor médico de Amegakure. Sin embargo, la kunoichi no estaba tan tranquila como Mogura empezaba a estarlo.
¿Estás bien, Mogura-san? ¿Estás herido? ¡Lo siento, fue mi culpa! ¡No me di cuenta de que eras tú el bulto que la cinta estaba arrastrando y... y...! ¡Mira, te hemos traído tus cosas! ¿A que sí, Sh...?
Ayame no paraba de disparar palabras como si fuese el último bastión de una linea de defensa. El muchacho sentía que estaba siendo victima de una de esas técnicas de voz, pero no, solo era la voz de Ayame.
No hay necesidad de exagerar tanto, Aotsuki-san. Me encuentro bien, al parecer me quedé dormido y de alguna forma me subí a la cinta...
Finalmente le mostraría su morral donde cargaba sus cosas, lo primero que haría después de tomarlo sería buscar su abrigo y protegerse un poco del clima del País de la Tormenta.
—D... ¿Dónde está? Venía detrás de mí...
La joven kunoichi se mostraba notablemente confundida. Se suponía, al parecer, que Shanise venía detrás de ella pero en algún momento eso cambió.
Quizás la cinta volvió a averiarse.
Señaló el médico como la mayor posibilidad. Pero no tardaría mucho en tener que echar por tierra esa teoría y aceptar una mucho mas descabellada. Se pondría sus botas y terminaría de acomodar sus cosas mientras pasaban unos minutos. Finalmente, la ANBU emergería del túnel, su rostro no era el de una persona que cargara con buenas noticias, ni por asomo.
—Chicos, necesito que me escuchéis con toda la atención del mundo y que por favor no entréis en pánico.
No entrar en pánico, era la frase perfecta para entrar en pánico. Parecía que a Mogura le había costado un poco menos que a Ayame el intentar mantener la calma.
—Kusagakure ha asesinado a la Uzukage y ha intentado culpar a Yui-sama
«¡Wow...!»
Los ojos del chico se abrieron un poco más de lo normal, la sorpresa era fácilmente apreciable en su rostro. Nuevamente el Uzukage había fallecido, esta vez a manos de Kusagakure.
«¿En qué momento...?»
—Afortunadamente, la Yui que nos acompañó era un Kage Bunshin. Me acaba de contactar desde Amegakure... Ha insistido en que volviéramos a la villa. Pero pese a todo teníamos una misión, y Gouna no parecía mentir. A pesar de esto debemos ir a La Ciudad Fantasma y detener a esos encapuchados que vio. Nos ha dejado hacerlo, pero, me preocupa... Me preocupa todo esto. Tened mucho cuidado a partir de ahora. Yui-dono va a intentar exculparse ante Uzushio e inculpar a Kusagakure. Kusagakure, por otra parte, intenta echarnos encima todo el marrón. Y quién sabe qué más podrían hacer. Es posible que tengamos muchos enemigos. No bajéis la guardia.
La mirada de la ANBU podría haber dado pie al remate de una de las bromas más pesadas de la historia, ideal para aterrorizar a dos genin en medio de una misión S super secreta. Pero no era algo que nunca llegaría. La broma seguía.
—Confío en vosotros. Tenemos que confiar en nuestros compañeros de villa. Ahora, más que nunca. Así que confiad en mi e intentemos ser todo lo cautos que podemos. No reveléis esta información a nadie hasta que las noticias no vuelen. Es la hora de la discreción. De ser ninjas de verdad. ¿Entendido? Vamos. Cuanto antes acabemos con esto y volvamos a Amegakure, mejor para todos.
Hizo su mejor esfuerzo por que no se notara reacción ninguna y se mantuvo firme, Ayame por el contrario se había ubicado en su polo opuesto.
—¿Pero cómo...? ¿Por qué...? Gouna-sama... Kusagakure... E... entonces eso significa que el pacto...Y... toda la gente que hemos conocido de otras aldeas... ¿Y... y qué pasa con la misión? ¿Qué pasa si necesitamos refuerzos? Ya no podemos usar el pergamino... ¿Y si...? ¿Y si...?
Uzumaki Gouna, la sucesora de la recientemente fallecida Uzumaki Shiona. Madre e hija muertas por enemigos de su nación. Un pacto debilitado y lazos con gente de otras aldeas cortados. Una misión que continuar y refuerzos que no llegarían, un pergamino posiblemente inútil y más preguntas que la kunoichi podría tener. Mogura escuchó todo mientras pensaba en eso y muchas cosas más.
¡Hai!
Haciendo una ligera reverencia, exclamó con decisión y un tono que opacaría totalmente al de la nerviosa Aotsuki, como diciendo "Esto es lo que tienes que contestar, muchacha". No había tiempo que perder, probablemente nadie esperaría que la misión continuase con un ambiente así.
No perdamos tiempo, Aotsuki-san.
Mogura miraría entonces a su compañera con una expresión un tanto sería, un poco más de lo normal. No era momento para hacer tantas preguntas.
—¡MOGURA-SAAAAAAAAAAN!
Sonrió para su interior al darse cuenta nuevamente de que estaba en lo correcto, para variar. Un nuevo diagnostico acertado para el mejor médico de Amegakure. Sin embargo, la kunoichi no estaba tan tranquila como Mogura empezaba a estarlo.
¿Estás bien, Mogura-san? ¿Estás herido? ¡Lo siento, fue mi culpa! ¡No me di cuenta de que eras tú el bulto que la cinta estaba arrastrando y... y...! ¡Mira, te hemos traído tus cosas! ¿A que sí, Sh...?
Ayame no paraba de disparar palabras como si fuese el último bastión de una linea de defensa. El muchacho sentía que estaba siendo victima de una de esas técnicas de voz, pero no, solo era la voz de Ayame.
No hay necesidad de exagerar tanto, Aotsuki-san. Me encuentro bien, al parecer me quedé dormido y de alguna forma me subí a la cinta...
Finalmente le mostraría su morral donde cargaba sus cosas, lo primero que haría después de tomarlo sería buscar su abrigo y protegerse un poco del clima del País de la Tormenta.
—D... ¿Dónde está? Venía detrás de mí...
La joven kunoichi se mostraba notablemente confundida. Se suponía, al parecer, que Shanise venía detrás de ella pero en algún momento eso cambió.
Quizás la cinta volvió a averiarse.
Señaló el médico como la mayor posibilidad. Pero no tardaría mucho en tener que echar por tierra esa teoría y aceptar una mucho mas descabellada. Se pondría sus botas y terminaría de acomodar sus cosas mientras pasaban unos minutos. Finalmente, la ANBU emergería del túnel, su rostro no era el de una persona que cargara con buenas noticias, ni por asomo.
—Chicos, necesito que me escuchéis con toda la atención del mundo y que por favor no entréis en pánico.
No entrar en pánico, era la frase perfecta para entrar en pánico. Parecía que a Mogura le había costado un poco menos que a Ayame el intentar mantener la calma.
—Kusagakure ha asesinado a la Uzukage y ha intentado culpar a Yui-sama
«¡Wow...!»
Los ojos del chico se abrieron un poco más de lo normal, la sorpresa era fácilmente apreciable en su rostro. Nuevamente el Uzukage había fallecido, esta vez a manos de Kusagakure.
«¿En qué momento...?»
—Afortunadamente, la Yui que nos acompañó era un Kage Bunshin. Me acaba de contactar desde Amegakure... Ha insistido en que volviéramos a la villa. Pero pese a todo teníamos una misión, y Gouna no parecía mentir. A pesar de esto debemos ir a La Ciudad Fantasma y detener a esos encapuchados que vio. Nos ha dejado hacerlo, pero, me preocupa... Me preocupa todo esto. Tened mucho cuidado a partir de ahora. Yui-dono va a intentar exculparse ante Uzushio e inculpar a Kusagakure. Kusagakure, por otra parte, intenta echarnos encima todo el marrón. Y quién sabe qué más podrían hacer. Es posible que tengamos muchos enemigos. No bajéis la guardia.
La mirada de la ANBU podría haber dado pie al remate de una de las bromas más pesadas de la historia, ideal para aterrorizar a dos genin en medio de una misión S super secreta. Pero no era algo que nunca llegaría. La broma seguía.
—Confío en vosotros. Tenemos que confiar en nuestros compañeros de villa. Ahora, más que nunca. Así que confiad en mi e intentemos ser todo lo cautos que podemos. No reveléis esta información a nadie hasta que las noticias no vuelen. Es la hora de la discreción. De ser ninjas de verdad. ¿Entendido? Vamos. Cuanto antes acabemos con esto y volvamos a Amegakure, mejor para todos.
Hizo su mejor esfuerzo por que no se notara reacción ninguna y se mantuvo firme, Ayame por el contrario se había ubicado en su polo opuesto.
—¿Pero cómo...? ¿Por qué...? Gouna-sama... Kusagakure... E... entonces eso significa que el pacto...Y... toda la gente que hemos conocido de otras aldeas... ¿Y... y qué pasa con la misión? ¿Qué pasa si necesitamos refuerzos? Ya no podemos usar el pergamino... ¿Y si...? ¿Y si...?
Uzumaki Gouna, la sucesora de la recientemente fallecida Uzumaki Shiona. Madre e hija muertas por enemigos de su nación. Un pacto debilitado y lazos con gente de otras aldeas cortados. Una misión que continuar y refuerzos que no llegarían, un pergamino posiblemente inútil y más preguntas que la kunoichi podría tener. Mogura escuchó todo mientras pensaba en eso y muchas cosas más.
¡Hai!
Haciendo una ligera reverencia, exclamó con decisión y un tono que opacaría totalmente al de la nerviosa Aotsuki, como diciendo "Esto es lo que tienes que contestar, muchacha". No había tiempo que perder, probablemente nadie esperaría que la misión continuase con un ambiente así.
No perdamos tiempo, Aotsuki-san.
Mogura miraría entonces a su compañera con una expresión un tanto sería, un poco más de lo normal. No era momento para hacer tantas preguntas.
Hablo - Pienso