26/08/2017, 19:35
El Ojiblanco se llevo la mano al mentón pensativo, meciéndose el mismo reflexionando un poco antes las palabras de la chica del cabello sangriento, aunque no logro hacer muchas conjeturas al respecto, tampoco quiso hacer mucho énfasis en ello.
— ¡Pues yo escuche que había un ramen muy bueno por aquí…pero de alguien inmortal, pues…no, nada en realidad. — Acoto en voz baja, como si lo dijera para sí mismo aunque cualquiera a su lado, lograría oírle.
— ¡Tu vida debe de ser un poco triste a decir verdad — Dijo Haze dejando caer su cabeza sobre su mano, ladeando el rostro sobre su palma. — Normalmente la gente nace, vive y muere…pero eso tú lo sabes, normalmente la gente se preocupa por que ven el tiempo pasar y todos quieren cumplir sus sueños y aspiraciones, antes de morir…pero para ti debe de ser diferente, o eso creo al menos. — Dijo cambiando de posición, llevando sus manos hacia atrás para apoyarse de estas mientras está sentado.
— ¡¡Pero…bueno! Yo me ofrezco a ayudarte con tu diario, podría hacerte algunas ilustraciones…con las entradas, y cuando pierdas tu memoria, supongo que te mostraría tu diario…con tu letra debería de poder convencerte a ti misma. — Esbozo con una sonrisa, sabía que podría funcionar, al menos si ella era la que moría.
— ¡Y no te preocupes, la verdad me gustaría ayudarte — Dijo decidido, usualmente el Ojiblanco no solía tener mucha presencia en la vida de sus amigos y compañeros, poder hacer algo transcendental por alguien le llenaba realmente.
— ¡Pues yo escuche que había un ramen muy bueno por aquí…pero de alguien inmortal, pues…no, nada en realidad. — Acoto en voz baja, como si lo dijera para sí mismo aunque cualquiera a su lado, lograría oírle.
— ¡Tu vida debe de ser un poco triste a decir verdad — Dijo Haze dejando caer su cabeza sobre su mano, ladeando el rostro sobre su palma. — Normalmente la gente nace, vive y muere…pero eso tú lo sabes, normalmente la gente se preocupa por que ven el tiempo pasar y todos quieren cumplir sus sueños y aspiraciones, antes de morir…pero para ti debe de ser diferente, o eso creo al menos. — Dijo cambiando de posición, llevando sus manos hacia atrás para apoyarse de estas mientras está sentado.
— ¡¡Pero…bueno! Yo me ofrezco a ayudarte con tu diario, podría hacerte algunas ilustraciones…con las entradas, y cuando pierdas tu memoria, supongo que te mostraría tu diario…con tu letra debería de poder convencerte a ti misma. — Esbozo con una sonrisa, sabía que podría funcionar, al menos si ella era la que moría.
— ¡Y no te preocupes, la verdad me gustaría ayudarte — Dijo decidido, usualmente el Ojiblanco no solía tener mucha presencia en la vida de sus amigos y compañeros, poder hacer algo transcendental por alguien le llenaba realmente.