13/07/2015, 23:46
El rubio quedó dormido por un tiempo difícil de calcular. Tanto fue así, que el sol casi se había ido del lugar, dejando paso al comienzo de la noche. Para él, las cosas estaban algo nubladas... él seguía durmiendo en casa. Una voz intentó disuadirle de su conciliado sueño, una voz claramente femenina y dulce. Sin embargo, el chico no sentía el calor del sol sobre los ojos... no pensaba dejar de dormir. En el acto, se giró sobre si mismo hacia el lado contrario de la voz.
— Mmmm... cinco minutos mas, mama... —
De pronto, el chico cayó en cuenta. No estaba en casa... ¿Qué diablos? Abrió los ojos como un búho, y se alzó rápidamente hasta la posición sentada. Rápidamente miró hacia la chica. No dijo palabra alguna, aún estaba en shock. Miró rápidamente a su alrededor, un vistazo rápido y llegó a comprender y montar el puzzle. Se encontraba aún en la playa, y había sido despertado por la chica que había conocido allí mismo.
— Ostras... p-perdón... me he quedao... frito... — Balbuceó a duras penas.
De nuevo miró a su alrededor, y se do cuenta de que se había colao un rato. Fue consciente en ese momento de que hasta su tío debería de estar esperándolo... Diablos. Aunque con un poco de suerte, se encontrara entretenido con algo. En fin, confiaba en su suerte.
— Si que se ha hecho tarde... vaya. — Volvió a mirar hacia la chica. — ¿Volvemos a la aldea? —
Sin mas, se levantó de la arena. Con unos cuantos golpes secos con la palma de la mano, se sacudió lo que pudo de arena. Dejó caer un suspiro, y llevó inconscientemente la mirada hacia la arboleda. Aunque quisiese ocultarlo, lo evidente era ineludible. Su preocupación tenía fundamento.
— Mi tío tiene que estar preocupado... aunque no sé en qué sitio nos alojamos. Supongo que no será difícil de encontrar igualmente.... —
— Mmmm... cinco minutos mas, mama... —
De pronto, el chico cayó en cuenta. No estaba en casa... ¿Qué diablos? Abrió los ojos como un búho, y se alzó rápidamente hasta la posición sentada. Rápidamente miró hacia la chica. No dijo palabra alguna, aún estaba en shock. Miró rápidamente a su alrededor, un vistazo rápido y llegó a comprender y montar el puzzle. Se encontraba aún en la playa, y había sido despertado por la chica que había conocido allí mismo.
— Ostras... p-perdón... me he quedao... frito... — Balbuceó a duras penas.
De nuevo miró a su alrededor, y se do cuenta de que se había colao un rato. Fue consciente en ese momento de que hasta su tío debería de estar esperándolo... Diablos. Aunque con un poco de suerte, se encontrara entretenido con algo. En fin, confiaba en su suerte.
— Si que se ha hecho tarde... vaya. — Volvió a mirar hacia la chica. — ¿Volvemos a la aldea? —
Sin mas, se levantó de la arena. Con unos cuantos golpes secos con la palma de la mano, se sacudió lo que pudo de arena. Dejó caer un suspiro, y llevó inconscientemente la mirada hacia la arboleda. Aunque quisiese ocultarlo, lo evidente era ineludible. Su preocupación tenía fundamento.
— Mi tío tiene que estar preocupado... aunque no sé en qué sitio nos alojamos. Supongo que no será difícil de encontrar igualmente.... —