4/09/2017, 18:32
—Aotsuki-san, conserva la calma, estamos aquí.
Lo había escuchado junto a ella. Era Mogura. Era su compañero de aldea y de equipo en aquella misión... Pero Ayame se encogió sobre sí misma como si hubiese sido la mismísima voz de un yomi.
—Shanise-san, carecemos de una linterna ¿no?
—No hay linternas, no —respondió la mujer—. Ayame, llegará el día que te pueda pasar esto en medio de una misión, o cuando alguien esté combatiendo contra ti. En ese momento, estarás muerta.
Lo sabía. Claro que lo sabía. Su padre se lo recordaba constantemente. Pero no podía hacer nada con ese miedo. Era irracional, era un terror primitivo, casi visceral. ¿Qué podía hacer contra algo que no se podía combatir? Si hubiese sido algo corpóreo podrían haberlo destruido y seguir adelante... ¿Pero qué hacer contra algo inmaterial que sólo podía combatirse con otro algo inmaterial?
—Aquí, sin embargo, no te pasará nada siempre y cuando te mantengas a nuestro lado —continuaba hablando Shanise—. Cierra los ojos y piensa que conozco estos pasillos mejor que los de mi propia casa. Están diseñados para mantener fuera a los intrusos, pero nosotros no somos unos intrusos.
Ayame obedeció. Cerró los ojos y trató de respirar hondo. Pero sus pulmones parecía que no eran capaces de almacenar todo el aire que ella necesitaba en aquellos momentos. Se estaba ahogando fuera del agua. Y las lágrimas se mezclaban con el sudor frío que perlaba su rostro. Intentó dar un paso, pero todo era en vano. Cerrar los ojos sólo servía para calmar el miedo a ver algo más en la oscuridad.
Pero Ayame sabía que, tras sus párpados, la situación seguía igual. El monstruo de la oscuridad seguía rodeándola, abrazándola entre sus garras, asfixiándola, inmovilizándola... Preparándose para devorarla.
—N... L... las... p... piernas... n... no me... no me... —jadeó, acongojada.
Lo estaba intentando. ¡De verdad que lo estaba haciendo! Y al miedo sólo se le estaba sumando la angustia de ser ella quien estuviera dando el cante todo el tiempo. Volvió a sollozar, sin remedio, impotente ante la situación.
Lo había escuchado junto a ella. Era Mogura. Era su compañero de aldea y de equipo en aquella misión... Pero Ayame se encogió sobre sí misma como si hubiese sido la mismísima voz de un yomi.
—Shanise-san, carecemos de una linterna ¿no?
—No hay linternas, no —respondió la mujer—. Ayame, llegará el día que te pueda pasar esto en medio de una misión, o cuando alguien esté combatiendo contra ti. En ese momento, estarás muerta.
Lo sabía. Claro que lo sabía. Su padre se lo recordaba constantemente. Pero no podía hacer nada con ese miedo. Era irracional, era un terror primitivo, casi visceral. ¿Qué podía hacer contra algo que no se podía combatir? Si hubiese sido algo corpóreo podrían haberlo destruido y seguir adelante... ¿Pero qué hacer contra algo inmaterial que sólo podía combatirse con otro algo inmaterial?
—Aquí, sin embargo, no te pasará nada siempre y cuando te mantengas a nuestro lado —continuaba hablando Shanise—. Cierra los ojos y piensa que conozco estos pasillos mejor que los de mi propia casa. Están diseñados para mantener fuera a los intrusos, pero nosotros no somos unos intrusos.
Ayame obedeció. Cerró los ojos y trató de respirar hondo. Pero sus pulmones parecía que no eran capaces de almacenar todo el aire que ella necesitaba en aquellos momentos. Se estaba ahogando fuera del agua. Y las lágrimas se mezclaban con el sudor frío que perlaba su rostro. Intentó dar un paso, pero todo era en vano. Cerrar los ojos sólo servía para calmar el miedo a ver algo más en la oscuridad.
Pero Ayame sabía que, tras sus párpados, la situación seguía igual. El monstruo de la oscuridad seguía rodeándola, abrazándola entre sus garras, asfixiándola, inmovilizándola... Preparándose para devorarla.
—N... L... las... p... piernas... n... no me... no me... —jadeó, acongojada.
Lo estaba intentando. ¡De verdad que lo estaba haciendo! Y al miedo sólo se le estaba sumando la angustia de ser ella quien estuviera dando el cante todo el tiempo. Volvió a sollozar, sin remedio, impotente ante la situación.