16/07/2015, 21:32
(Última modificación: 18/07/2015, 15:23 por Uzumaki Eri.)
Después de que Yoshi le contestase se dio cuenta de que, exactamente, tenía razón, y no solo él, ella también estaba echa una sopa. Su túnica azul estaba cubierta de barro y manchas que mezclaban los colores marrón y verde. Vio como el pelirrojo se guardaba sus bombas y la ayudaba a colocar al hombre, luego siguió a Yoshi en su camino de ir a la aldea.
Respecto al campamento, el ejército vendría y se encargaría, así que una cosa menos de la que preocuparse. Con ello en la cabeza pudo abandonar el lugar en paz.
''¿Qué hora sería?'' Se preguntó la kunoichi mentalmente.
-Por mí perfecto, la verdad es que un descanso no vendría mal... - Aunque ella no hizo mucho, la lluvia le calaba en los huesos de tal manera que le hacía sentir dolor en su cuerpo. Lo malo es que no solía salir sola, así que seguiría a su compañero hasta que tuviera que regresar a Uzushio, decidieron, pues, que ya era hora de descansar un poco, cumplir con su cometido de recoger el paquete y terminar la misión del pelirrojo, así volvería a casa y habría cumplido con su papel como ninja.
Entonces y sin querer la tripa de Eri resonó por todo el bosque, o, bueno, eso era la impresión de la joven de cabellos azules. ''Madre mía, qué vergüenza...'' La cara de la kunoichi se tornó roja como un tomate, aunque la lluvia hacía que no se notase, parecía que brillaba.
-¿Qué te parece si te invito a comer algo, popu?- Preguntó Eri a su compañero, intentando que, por todos los medios, no se hubiera enterado del rugido de su estómago pidiendo algo para calmarlo.
''Quizás Yoshi también tenga hambre.''
Llegaban a la aldea, ya que divisaban luces y bastante ruído, y eso que era un día lluvioso... ''Supongo que es lo que tienen las aldeas jóvenes...'' Pensó Eri, y caminando junto a su compañero. Ella solo tenía que buscar en una calle una tienda donde encontraría al amigo de su madre para recoger el paquete, así que no tardaría mucho...
Respecto al campamento, el ejército vendría y se encargaría, así que una cosa menos de la que preocuparse. Con ello en la cabeza pudo abandonar el lugar en paz.
''¿Qué hora sería?'' Se preguntó la kunoichi mentalmente.
-Por mí perfecto, la verdad es que un descanso no vendría mal... - Aunque ella no hizo mucho, la lluvia le calaba en los huesos de tal manera que le hacía sentir dolor en su cuerpo. Lo malo es que no solía salir sola, así que seguiría a su compañero hasta que tuviera que regresar a Uzushio, decidieron, pues, que ya era hora de descansar un poco, cumplir con su cometido de recoger el paquete y terminar la misión del pelirrojo, así volvería a casa y habría cumplido con su papel como ninja.
Entonces y sin querer la tripa de Eri resonó por todo el bosque, o, bueno, eso era la impresión de la joven de cabellos azules. ''Madre mía, qué vergüenza...'' La cara de la kunoichi se tornó roja como un tomate, aunque la lluvia hacía que no se notase, parecía que brillaba.
-¿Qué te parece si te invito a comer algo, popu?- Preguntó Eri a su compañero, intentando que, por todos los medios, no se hubiera enterado del rugido de su estómago pidiendo algo para calmarlo.
''Quizás Yoshi también tenga hambre.''
Llegaban a la aldea, ya que divisaban luces y bastante ruído, y eso que era un día lluvioso... ''Supongo que es lo que tienen las aldeas jóvenes...'' Pensó Eri, y caminando junto a su compañero. Ella solo tenía que buscar en una calle una tienda donde encontraría al amigo de su madre para recoger el paquete, así que no tardaría mucho...