7/09/2017, 20:09
—Bien, bien. —Zoku retiró las manos, y las lenguas de carmesí que les habían atrapado se difuminaron, haciéndose invisibles bajo sus pieles—. Ahora ya puedo confiar en vosotros. Y como supongo que no se os ha pasado el detalle de que el juramento no os exige lealtad hacia mi persona, sino a la villa... Espero que podáis confiar en mi buena voluntad.
Uzumaki Zoku se dio la vuelta, puso las manos a la espalda y dio unos cuantos pasos hacia adelante. Dejó escapar un largo y tendido suspiro.
—Siempre he dicho que las mejores lealtades son las que se forjan bajo intereses comunes. Bueno, soy perfectamente consciente de que uno de vosotros es un poco granuja. Pero Datsue-kun, no me importa lo que hagas con tus trapicheos si no te excedes y acabas perjudicando a la villa. Que quede entre nosotros.
»Y, por favor, Akame. Hazle caso a tu amigo y que lo de los bocadillos no salga de aquí. El lamentable espectáculo que causamos ayer no es nada profesional.
Se volvió a dar la vuelta, encarándoles.
—Volviendo al tema principal... Supongo que os habréis imaginado que el tema de los hilos está tan bien atado como todo lo demás. Nuestro hilo hace tiempo que ya no existe. Fue capturado antes de convocar a las otras dos aldeas. Nuestra parte de la misión solo era una patraña.
»No, nosotros vamos a hacer algo mucho más grande. "No faltar jamás a los intereses de Uzushiogakure no Sato", ese es vuestro pacto. Muy bien, ahora, me gustaría conocer vuestra opinión sobre un asunto. Tomad asiento, por favor —invitó, señalando las posiciones que habían tomado antes, mientras desayunaban. Él se acercó al sitio donde antes se había sentado el falso Yakisoba, e hizo lo propio.
—A ojos del mundo, a partir de ahora Kusagakure y Amegakure son nuestros... enemigos. O, como poco, enemigos potenciales —explicó—. También aliados potenciales, por supuesto. La reacción más evidente es que se odien entre ellas. Sin embargo, esto no nos deja, del todo, en una buena posición. Me explicaré:
»Si Kusagakure se siente amenazado por la posibilidad de un ataque de Amegakure, que posee un bijuu, no querrá arriesgar y acabará haciéndose con uno. Si Kusagakure y Amegakure tienen ambas un bijuu, y una consigue derrotar a la otra —en el hipotético caso de que un giro de los acontecimientos no las ponga en nuestra contra—, automáticamente eso la deja en una relación de superioridad frente a nosotros. Y si no, da igual: dos aldeas con un bijuu, y nosotros sin nada. Sólo un vacío. —Hizo un gesto con las manos, simbolizando un círculo—. Esta es una situación que he creado yo, pero insisto, podría haber surgido en cualquier momento, ¿y entonces qué? ¿Comprendéis mi punto? Respondedme, y hacedlo sinceramente: en este momento, ante esta situación...
»...¿cuáles son los intereses más apremiantes de Uzushiogakure no Sato?
Uzumaki Zoku se dio la vuelta, puso las manos a la espalda y dio unos cuantos pasos hacia adelante. Dejó escapar un largo y tendido suspiro.
—Siempre he dicho que las mejores lealtades son las que se forjan bajo intereses comunes. Bueno, soy perfectamente consciente de que uno de vosotros es un poco granuja. Pero Datsue-kun, no me importa lo que hagas con tus trapicheos si no te excedes y acabas perjudicando a la villa. Que quede entre nosotros.
»Y, por favor, Akame. Hazle caso a tu amigo y que lo de los bocadillos no salga de aquí. El lamentable espectáculo que causamos ayer no es nada profesional.
Se volvió a dar la vuelta, encarándoles.
—Volviendo al tema principal... Supongo que os habréis imaginado que el tema de los hilos está tan bien atado como todo lo demás. Nuestro hilo hace tiempo que ya no existe. Fue capturado antes de convocar a las otras dos aldeas. Nuestra parte de la misión solo era una patraña.
»No, nosotros vamos a hacer algo mucho más grande. "No faltar jamás a los intereses de Uzushiogakure no Sato", ese es vuestro pacto. Muy bien, ahora, me gustaría conocer vuestra opinión sobre un asunto. Tomad asiento, por favor —invitó, señalando las posiciones que habían tomado antes, mientras desayunaban. Él se acercó al sitio donde antes se había sentado el falso Yakisoba, e hizo lo propio.
—A ojos del mundo, a partir de ahora Kusagakure y Amegakure son nuestros... enemigos. O, como poco, enemigos potenciales —explicó—. También aliados potenciales, por supuesto. La reacción más evidente es que se odien entre ellas. Sin embargo, esto no nos deja, del todo, en una buena posición. Me explicaré:
»Si Kusagakure se siente amenazado por la posibilidad de un ataque de Amegakure, que posee un bijuu, no querrá arriesgar y acabará haciéndose con uno. Si Kusagakure y Amegakure tienen ambas un bijuu, y una consigue derrotar a la otra —en el hipotético caso de que un giro de los acontecimientos no las ponga en nuestra contra—, automáticamente eso la deja en una relación de superioridad frente a nosotros. Y si no, da igual: dos aldeas con un bijuu, y nosotros sin nada. Sólo un vacío. —Hizo un gesto con las manos, simbolizando un círculo—. Esta es una situación que he creado yo, pero insisto, podría haber surgido en cualquier momento, ¿y entonces qué? ¿Comprendéis mi punto? Respondedme, y hacedlo sinceramente: en este momento, ante esta situación...
»...¿cuáles son los intereses más apremiantes de Uzushiogakure no Sato?
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