17/07/2015, 13:59
La pelinegra estaba apunto de quedarse dormida en tan impropio lugar, cuando el sonido del a puerta de la academia cerrándose la hizo volver en sí
"Mierda... por poco me quedó frita..." la chica se incorporó hasta quedar sentada con las piernas colgando en el aire, mientras se estiraba "No hay nada interesante por aquí..." paseo la mirada de nuevo por el campo de entrenamiento, pero a parte de la lluvia no había nada destacable.
Sin embargo, el viento arrastró las palabras de alguien que también parecía estar aburrido. La pelinegra se inclinó un poco para observar bien justo bajo donde se encontraba. Allí de pie había una chica de unos quince años, de curiosa melena rubia con puntas de color rojizo.
Tomoe casi pensó que había encontrado alguien en su misma situación, pero al parecer aquella chica se aburría por motivos bien diferentes de los suyos.
"No la había visto nunca... tiene pinta de ser bastante débil" juzgó a primera vista la Uchiha que no pudo reprimir sus palabras
—¿Tan mayor y no eres gennin todavía?— se burló la pelinegra sin ninguna compasión desde las alturas —Se te va a pasar el arroz...—
"Mierda... por poco me quedó frita..." la chica se incorporó hasta quedar sentada con las piernas colgando en el aire, mientras se estiraba "No hay nada interesante por aquí..." paseo la mirada de nuevo por el campo de entrenamiento, pero a parte de la lluvia no había nada destacable.
Sin embargo, el viento arrastró las palabras de alguien que también parecía estar aburrido. La pelinegra se inclinó un poco para observar bien justo bajo donde se encontraba. Allí de pie había una chica de unos quince años, de curiosa melena rubia con puntas de color rojizo.
Tomoe casi pensó que había encontrado alguien en su misma situación, pero al parecer aquella chica se aburría por motivos bien diferentes de los suyos.
"No la había visto nunca... tiene pinta de ser bastante débil" juzgó a primera vista la Uchiha que no pudo reprimir sus palabras
—¿Tan mayor y no eres gennin todavía?— se burló la pelinegra sin ninguna compasión desde las alturas —Se te va a pasar el arroz...—