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Otoño-Invierno de 221

Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
#33
—Oh, Datsue-kun, amigo mío —rio Zoku—. Conoceréis cuál será el paso final. Pero antes, dejad que el camino nos haga recorrer todos los demás pasos que quedan antes de ese.

Señaló hacia el frente, dándose la vuelta para mirarlo un momento, al darse cuenta de que se había detenido.

—Vamos. No tenemos más tiempo que perder.

Los ninjas recorrieron el límite entre el bosque y la costa durante varias horas. En silencio, la mayor parte del tiempo. Hicieron un par de paradas para comer. Ni Zoku volvió a ofrecerles comida, ni probablemente los Uchiha la hubieran deseado. No después de lo sucedido el día anterior.

El Uzumaki y los dos Uchiha llegaron, al fin, al único emplazamiento que destacaba en la monotonía entre árbol y playa, aunque, hablando de esta, hacía tiempo que había sido sustituida por un complejo montañoso.

Se trataba de la entrada a una enorme caverna. Zoku se giró y les miró un momento. Luego, retomó el rumbo y se adentró en las profundidades de la cueva.

Atravesaron toda la gruta hasta casi el final. Allí, les esperaba una preciosa playa. Pero en el último momento giraron a la izquierda, por una pequeña grieta en la pared, una grieta casi indetectable. Una grieta que sólo se abrió cuando Zoku pasó su mano por un complicado sello en la pared, todo sea dicho.

Atravesaron unos escuetos túneles que ya parecían tallados por seres humanos, y no formados por la Madre Naturaleza. Giraron varias veces y subieron por una escalinata metálica. Allí, llegaron a una gran sala redonda. Dos shinobis aparecieron de la nada y les apuntaron con sendas katanas. Allí había otros tantos. Tal vez seis u ocho más. Todos con las bandanas de Uzushiogakure. Todos encapuchados.

—¿La clave? —dijo uno de los que les apuntaban.

—Aquí huele un poco raro. ¿Será curry? —dijo Zoku.

Todos los shinobi presentes se arrodillaron ante él.

—Será curry. Bienvenido, Zoku-sama. ¿Todo ha salido según lo planeado? Entonces estos deben ser...

—Uchiha Akame y Uchiha Datsue. Por favor, chicos, acompañadle y haced lo que os diga. Es una orden.

—Seguidme, por favor —indicó el jounin que les había hablado desde el principio, y les señaló el centro de la sala, que era más grande de lo que parecía, como habían podido comprobar en cuanto se habían adentrado un poco más—. ¿Véis esos dos círculos, en el centro? Necesito que os sentéis allí, por favor. Asunto importante. ¡Vamos, es una orden! ¡Andando!

Si intentaban hacer alguna otra cosa, allí estaba la mirada amenazante de Zoku para recordarles amablemente que nada de aquello era algo que pareciese inherentemente malo para la aldea. Además, tenían un bonito recordatorio, perdido en algún lugar del brazo...

Los genin tendrían que tomar asiento. Entonces, sin previo aviso, dos ninjas aparecieron a cada lado de cada Uchiha, en un total de cuatro. Todos Uzumaki. Todos extendieron la mano hacia ellos, y los encadenaron con unas extrañas cadenas de chakra brillante, inmovilizándolos por completo. Entonces volvieron a ver a Zoku, que caminó hasta el centro, pero un poco retirado, de forma que Datsue y Akame pudieran verse —esto era una de las cosas más importantes—, y se arrodilló, sentándose al estilo tradicional.

Dos ninjas más acercaron con dificultad una enorme vasija.

—Hermanos de Uzushiogakure, vais a tener el honor de obtener mi plena confianza. Yo os otorgo el poder con el que todos los ninjas soñarían. El poder de un...

La vasija se abrió, y Zoku realizó el sello del Tigre.

—...jinchuuriki.

Un torrente de chakra trató de salir de la vasija, se partió en dos y voló en direcciones opuestas, estampándose en los vientres de Akame y de Datsue, prácticamente partiéndolos de dolor.

—Conmigo, seréis fuertes —hablaba Zoku, mientras realizaba la técnica de sellado—. Conmigo, seréis invencibles. Y os daré un secreto que ni vosotros conocíais. Os daré más poder del que podáis imaginar. Todo a cambio de vuestra lealtad. Ahora... Miráos a los ojos, y dime qué véis.

Akame y Datsue se miraron a los ojos. Akame y Datsue vieron la sombra de aquél monstruoso tanuki con una cola gigante y una risa escalofriante. Akame y Datsue sintieron que se morían, que querrían estar muertos, antes que sufrir un segundo más de aquél dolor que desgarraba todos los músculos de su cuerpo. Akame y Datsue se vieron morir.

Akame y Datsue vieron como sus ojos cambiaban de color y de forma.

Akame y Datsue despertaron el Mangekyo Sharingan.

Akame y Datsue perdieron el conocimiento, y despertaron en otro momento, en otro lugar.


• • •


Abrieron los ojos, como sincronizados por el nuevo monstruo, que compartían en dos mitades macabras. Pero el techo no era el de una caverna.

No, se trataba más bien de una habitación. Una habitación, como comprobarían, de techo caqui y paredes rojas. Dormían sobre sendas camas bien dispuestas, con sábanas suaves y colchones cómodos. Y allí enfrente, sentado en una silla con las piernas cruzadas, observándoles como si no hubiera nada más interesante en el mundo que ellos, estaba él.

Zoku.

—Habéis despertado —dijo—. Menos mal. Han sido unos tres días bien largos. Temía haber perdido a mis dos hombres más valiosos.
[Imagen: MsR3sea.png]

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RE: (S) Los hilos del mundo: segundo hilo - por Sama-sama - 9/09/2017, 01:51


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