9/09/2017, 13:33
—No te preocupes por eso, ten en cuenta que no ha vuelto a salir por voluntad propia y seguramente entiendas un poco en cuanto la veas.
Eri no dijo nada ante eso, no podía hablar mejor dicho, ella no sabía como la Sakamoto se encontraba, ni físicamente ni... Psicológicamente. Ojalá Haskoz...
«No, no pienses en él.»
Negó con la cabeza ligeramente para evitar que aquellos pensamientos se acercasen a su mente y miró a Koko, quien acababa de sonreír mientras la miraba.
—¡Ya le podrás decir lo que piensas cuando la veas! —Comentó alegre—. Es más, cuando viene a casa suele quedarse a pasar la noche, si quieres puedes quedarte y te pones al día con ella.
—¡Qué guay! —exclamó poniéndose de rodillas en la cama de la emoción, tanto que casi se cae de ella, sin embargo luego se estabilizó un poco, lo suficiente para cambiar su semblante de excitación por otro un poco más decaído —Pero... ¿No seré una molestia? Es decir, es tu casa... Tu hermana... Yo solo seré una desconocida, ¡ni si quiera nos conocemos!
Frunció el ceño mientras volvía a sentarse con las piernas cruzadas.
—¿Qué te parece si jugamos a un juego? Se llama el juego de las preguntas, va de que cada turno una le pregunta algo a la otra y la otra contesta... Así podemos conocernos mejor —«Podría haber pensado otro nombre mucho mejor, pero en dos segundos creo que no tenía opción...»
Esperó por la respuesta de la Kageyama mientras tomaba un sorbo de su té, y aunque sonase infantil, estaba emocionada también por ello.
Eri no dijo nada ante eso, no podía hablar mejor dicho, ella no sabía como la Sakamoto se encontraba, ni físicamente ni... Psicológicamente. Ojalá Haskoz...
«No, no pienses en él.»
Negó con la cabeza ligeramente para evitar que aquellos pensamientos se acercasen a su mente y miró a Koko, quien acababa de sonreír mientras la miraba.
—¡Ya le podrás decir lo que piensas cuando la veas! —Comentó alegre—. Es más, cuando viene a casa suele quedarse a pasar la noche, si quieres puedes quedarte y te pones al día con ella.
—¡Qué guay! —exclamó poniéndose de rodillas en la cama de la emoción, tanto que casi se cae de ella, sin embargo luego se estabilizó un poco, lo suficiente para cambiar su semblante de excitación por otro un poco más decaído —Pero... ¿No seré una molestia? Es decir, es tu casa... Tu hermana... Yo solo seré una desconocida, ¡ni si quiera nos conocemos!
Frunció el ceño mientras volvía a sentarse con las piernas cruzadas.
—¿Qué te parece si jugamos a un juego? Se llama el juego de las preguntas, va de que cada turno una le pregunta algo a la otra y la otra contesta... Así podemos conocernos mejor —«Podría haber pensado otro nombre mucho mejor, pero en dos segundos creo que no tenía opción...»
Esperó por la respuesta de la Kageyama mientras tomaba un sorbo de su té, y aunque sonase infantil, estaba emocionada también por ello.
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)