9/09/2017, 19:18
Hablar con aquella kunoichi era de lo más sencillo, con cada frase que soltaba también la acompañaba con alguna expresión que delataba lo que estaba sintiendo, así se contradijera con sus palabras.
—¿Molestia? Estás loca —le espetó acompañando a sus palabras con una breve risa—. A mi me da igual, después de todo eres amiga de Noemi y eso me es suficiente.
Fue entonces cuando la peli-morado propuso que ambas jueguen a un juego que probablemente, por su título, ya podría saberse perfectamente tanto las intenciones como la idea general del juego. Algo simple y ciertamente efectivo si intentamos relacionar a dos personas que solamente se llegaron a conocer por causa de un evento a gran escala.
—Por mi bien —aceptó imitando a la contraria para sentarse enfrentada a ella—. ¿Empiezas?
—¿Molestia? Estás loca —le espetó acompañando a sus palabras con una breve risa—. A mi me da igual, después de todo eres amiga de Noemi y eso me es suficiente.
Fue entonces cuando la peli-morado propuso que ambas jueguen a un juego que probablemente, por su título, ya podría saberse perfectamente tanto las intenciones como la idea general del juego. Algo simple y ciertamente efectivo si intentamos relacionar a dos personas que solamente se llegaron a conocer por causa de un evento a gran escala.
—Por mi bien —aceptó imitando a la contraria para sentarse enfrentada a ella—. ¿Empiezas?