9/09/2017, 20:31
Era normal por algún motivo, el cabello amarillo y alguno que otro ha dicho que tanto ella como sus hermanos posee un chakra de dicho color. A eso había que sumarle que en la mansión de la que ella salió prácticamente todo el mundo poseía una melena amarilla así que… Era normal que todos pensaran eso de ella.
De cualquier manera, la pecosa no le dio mayor importancia al asunto y dejó que la conversación siguiera su rumbo de todas formas.
Ahora tenía que responder algo que… Tampoco la hizo dudar ni un instante.
—¡Cocodrilos! —Afirmó enérgica—. Son tan hermosos, suaves y viscosos que me provoca a tumbarme a dormir sobre ellos —decía mientras se retorcía en su lugar.
Estaba recordando los tiempos en que podía simplemente pasar el rato con algunos de los cocodrilos que Hideo invocaba, algunos inmensos y otros pequeños, eran tiempos muy bonitos para ella que disfrutaba incluso de tener alguna de estas criaturitas durmiendo sobre ella.
—¡Pero bueno! ¿El tuyo cuál es? —Preguntó retomando la conversación.
Porque buscarse otra pregunta era mucho trabajo para ella.
De cualquier manera, la pecosa no le dio mayor importancia al asunto y dejó que la conversación siguiera su rumbo de todas formas.
Ahora tenía que responder algo que… Tampoco la hizo dudar ni un instante.
—¡Cocodrilos! —Afirmó enérgica—. Son tan hermosos, suaves y viscosos que me provoca a tumbarme a dormir sobre ellos —decía mientras se retorcía en su lugar.
Estaba recordando los tiempos en que podía simplemente pasar el rato con algunos de los cocodrilos que Hideo invocaba, algunos inmensos y otros pequeños, eran tiempos muy bonitos para ella que disfrutaba incluso de tener alguna de estas criaturitas durmiendo sobre ella.
—¡Pero bueno! ¿El tuyo cuál es? —Preguntó retomando la conversación.
Porque buscarse otra pregunta era mucho trabajo para ella.