10/09/2017, 01:15
—¡Mogura-san, Mogura-san! ¡MANASE MOGURA, DESPIERTA!
Muy a lo lejos le parecía escuchar alguien llamandole, pero estaba tan lejos que carecía totalmente de importancia.
¡¡Es Ayame, vamos, Mogura-san!!
Más palabras que por la distancia carecían de sentido, no había forma, el sueño era demasiado pesado.
»Demonios, cómo duerme este condenado.
Y fue entonces que la ANBU hizo unos sellos y como una azul caballero, le dio un beso al Mogura durmiente, pero no fue un beso de amor, fue un beso frío, una técnica que el joven médico conocía bien de tantas veces que le habían dado con ella.
—¡Mizurappa!
Y al sentir el agua en su piel, su cuerpo no pudo mantener el sueño por más tiempo, sus sentidos se pusieron en alerta y fue entonces que regresó al mundo de los vivos. Tosiendo y escupiendo agua de la técnica.
¡Despierta, Manase! ¡¡ES URGENTE, AYAME ESTÁ EN PELIGRO!!
La ANBU entonces salió del cuarto, Mogura estaba lo suficientemente despierto ya como para procesar la información y no necesitar más tiempo. Se puso de pie y estirando sus manos tomó su kit médico y portaobjetos. Tendría que dejar atrás su chaleco, su abrigo, y su bandana, no había tiempo para vestirse adecuadamente, ni siquiera tenía sus botas puestas. Solo su camiseta y pantalón.
«¿Qué está pasando? ¿Ayame qué hiciste ahora....?»
Mientras se colocaba su equipo, hacía un esfuerzo anormal por acelerar el ritmo, el tono de la fémina no parecía justamente relajado y en un par de ocasiones le pareció escuchar un grito muy fuerte. El rumbo que tomarían no sería otro que el de la puerta roja, en dirección al tejado.
¡¡Paren de pelear!!
Exclamaría con un tono sumamente serio, un médico con el pelo suelto hacía atrás. Su melena estaba a la merced del viento pero su mirada no se apartaba del par que tenía delante, un joven de cabello castaño y ropajes oscuros blandiendo una espada infundida en chakra elemental y a la joven kunoichi en su peculiar estado, rasgos bestiales y aparentemente una voz muy potente. ¿Qué demonios estaba pasando en ese lugar? ¿Era ese uno de los poderes de un jinchuriki? ¿Quién era el otro sujeto? ¿Por qué cada vez que se iba a dormir pasaban cosas tan alocadas?
Muy a lo lejos le parecía escuchar alguien llamandole, pero estaba tan lejos que carecía totalmente de importancia.
¡¡Es Ayame, vamos, Mogura-san!!
Más palabras que por la distancia carecían de sentido, no había forma, el sueño era demasiado pesado.
»Demonios, cómo duerme este condenado.
Y fue entonces que la ANBU hizo unos sellos y como una azul caballero, le dio un beso al Mogura durmiente, pero no fue un beso de amor, fue un beso frío, una técnica que el joven médico conocía bien de tantas veces que le habían dado con ella.
—¡Mizurappa!
Y al sentir el agua en su piel, su cuerpo no pudo mantener el sueño por más tiempo, sus sentidos se pusieron en alerta y fue entonces que regresó al mundo de los vivos. Tosiendo y escupiendo agua de la técnica.
¡Despierta, Manase! ¡¡ES URGENTE, AYAME ESTÁ EN PELIGRO!!
La ANBU entonces salió del cuarto, Mogura estaba lo suficientemente despierto ya como para procesar la información y no necesitar más tiempo. Se puso de pie y estirando sus manos tomó su kit médico y portaobjetos. Tendría que dejar atrás su chaleco, su abrigo, y su bandana, no había tiempo para vestirse adecuadamente, ni siquiera tenía sus botas puestas. Solo su camiseta y pantalón.
«¿Qué está pasando? ¿Ayame qué hiciste ahora....?»
Mientras se colocaba su equipo, hacía un esfuerzo anormal por acelerar el ritmo, el tono de la fémina no parecía justamente relajado y en un par de ocasiones le pareció escuchar un grito muy fuerte. El rumbo que tomarían no sería otro que el de la puerta roja, en dirección al tejado.
¡¡Paren de pelear!!
Exclamaría con un tono sumamente serio, un médico con el pelo suelto hacía atrás. Su melena estaba a la merced del viento pero su mirada no se apartaba del par que tenía delante, un joven de cabello castaño y ropajes oscuros blandiendo una espada infundida en chakra elemental y a la joven kunoichi en su peculiar estado, rasgos bestiales y aparentemente una voz muy potente. ¿Qué demonios estaba pasando en ese lugar? ¿Era ese uno de los poderes de un jinchuriki? ¿Quién era el otro sujeto? ¿Por qué cada vez que se iba a dormir pasaban cosas tan alocadas?
Hablo - Pienso