10/09/2017, 22:07
No era nada bonito de ver que alguien se desmayase delante de ti y no puedas hacer absolutamente nada, salvo tal vez comprobar que estuviese respirando. Solo por eso la Kageyama se mostró dispuesta a reclinarse sobre el cuerpo de la contraria para acercar su rostro y…
—¡K-Koko! —Exclamó Eri al momento en que se levantaba asustando también a la pecosa que se alejó con el rostro levemente enrojecido.
Estuvo a punto de besarla… Pero solo para darle aire, la respiración de boca a boca que todo mundo conoce, no tenía nada de malo, ¿verdad?
—¿De qué hablas? —preguntó descolocada—. ¡Estábamos jugando y te desmayaste!
Afirmó posando las manos en los brazos de la contraria en un intento por tranquilizarla. Con tanta sacudida podía entender que estuviese un tanto alterada, pero por lo que hablaba era como si se hubiese ido a un universo paralelo por un momento.
—¡K-Koko! —Exclamó Eri al momento en que se levantaba asustando también a la pecosa que se alejó con el rostro levemente enrojecido.
Estuvo a punto de besarla… Pero solo para darle aire, la respiración de boca a boca que todo mundo conoce, no tenía nada de malo, ¿verdad?
—¿De qué hablas? —preguntó descolocada—. ¡Estábamos jugando y te desmayaste!
Afirmó posando las manos en los brazos de la contraria en un intento por tranquilizarla. Con tanta sacudida podía entender que estuviese un tanto alterada, pero por lo que hablaba era como si se hubiese ido a un universo paralelo por un momento.