11/09/2017, 15:53
Akame asistió a la demostración hasta el final, y en un par de ocasiones tuvo que contener alguna exclamación de sorpresa. Aquel anciano era realmente habilidoso con su arma, a quien además trataba mejor que a una amante. Cuando concluyó el espectáculo, Akame fue uno de los que aplaudió con más entusiasmo, totalmente ganado por la exhibición del anciano maestro.
Sin embargo, el muchacho del parche en el ojo no parecía impresionado ni entretenido en absoluto. Akame no pudo evitar que aquello le molestase; «¿para qué demonios vino entonces?» Sea como fuere, el Uchiha sentía que ya le había dado su merecido a aquel descarado, de modo que simplemente dejó de prestarle atención.
Se acercó al maestro, con su propio ninjato envainado entre las manos, y esperó la ocasión para abordarle.
—Sensei-dono, permítame decirle que ha sido una demostración impresionante —empezó el gennin—. Mi nombre es Uchiha Akame, soy shinobi del Remolino. Verá, me preguntaba... Si quizás usted pudiera darme una opinión sobre esta espada que compré hace un par de días, en Sendoushi.
Sin embargo, el muchacho del parche en el ojo no parecía impresionado ni entretenido en absoluto. Akame no pudo evitar que aquello le molestase; «¿para qué demonios vino entonces?» Sea como fuere, el Uchiha sentía que ya le había dado su merecido a aquel descarado, de modo que simplemente dejó de prestarle atención.
Se acercó al maestro, con su propio ninjato envainado entre las manos, y esperó la ocasión para abordarle.
—Sensei-dono, permítame decirle que ha sido una demostración impresionante —empezó el gennin—. Mi nombre es Uchiha Akame, soy shinobi del Remolino. Verá, me preguntaba... Si quizás usted pudiera darme una opinión sobre esta espada que compré hace un par de días, en Sendoushi.