13/09/2017, 20:10
La rubia se mantuvo callada por el momento, expectante de lo que los otros iban diciendo, cual reportera observa la noticia para después mostrarla al mundo... salvo que en éste caso no era una niña muerta a orillas de la playa. Fuere como fuere, el chico no dejaba escapar momento para volver a hablar, la pelirroja se había convertido en el circo personal de ambos.
Fue entonces que preguntó en qué estaba cuando le interrumpieron. Al menos había tenido la agudeza de fijarse, aunque tampoco estaba en nada especial para cuando la interrumpieron... —Tan solo meditaba, a mi manera... necesitaba despejarme un poco, la verdad.
Hazegawa tomó entonces una colorida bolsa de aperitivos, patatas quizás, con unos dibujos muy animados de samurais. Sin demora, preguntó a los presentes si querían probar el aperitivo que comen los campeones, con la ironía de que eso era lo que anunciaba la bolsa. No pudo evitar reír con la misma pregunta.
—Claro, probaré un poco. —sin mas, lanzó la espada al aire, y ésta se deshizo en un centenar de papeles.
La chica se acercó un paso hacia el joven, y tomó uno de los aperitivos samurai. Se lo llevó a la boca mientras retomaba un poco de distancia, justo la distancia anterior, y degustó el sabor del altruista aperitivo. Pese a lo que anunciaba la bolsa, el sabor no era algo de otro mundo, estaba bien, pero no era algo asombroso.
—Está bastante bien...
Tampoco quería chafarle las ilusiones al pobre chico. Éste deseó a la pelirroja que llegase a la final del torneo, y tras ello aseguró que el torneo sería para Amegakure. Quizás acertaba, quizás no...
—Eso espero, sería genial que llegase a la final. Esperemos que Ame quede por encima del resto de aldeas, ¿no?
Fue entonces que preguntó en qué estaba cuando le interrumpieron. Al menos había tenido la agudeza de fijarse, aunque tampoco estaba en nada especial para cuando la interrumpieron... —Tan solo meditaba, a mi manera... necesitaba despejarme un poco, la verdad.
Hazegawa tomó entonces una colorida bolsa de aperitivos, patatas quizás, con unos dibujos muy animados de samurais. Sin demora, preguntó a los presentes si querían probar el aperitivo que comen los campeones, con la ironía de que eso era lo que anunciaba la bolsa. No pudo evitar reír con la misma pregunta.
—Claro, probaré un poco. —sin mas, lanzó la espada al aire, y ésta se deshizo en un centenar de papeles.
La chica se acercó un paso hacia el joven, y tomó uno de los aperitivos samurai. Se lo llevó a la boca mientras retomaba un poco de distancia, justo la distancia anterior, y degustó el sabor del altruista aperitivo. Pese a lo que anunciaba la bolsa, el sabor no era algo de otro mundo, estaba bien, pero no era algo asombroso.
—Está bastante bien...
Tampoco quería chafarle las ilusiones al pobre chico. Éste deseó a la pelirroja que llegase a la final del torneo, y tras ello aseguró que el torneo sería para Amegakure. Quizás acertaba, quizás no...
—Eso espero, sería genial que llegase a la final. Esperemos que Ame quede por encima del resto de aldeas, ¿no?