15/09/2017, 01:54
El Uchiha muy obediente ingresó a la habitación y tras él, la pecosa cerró la puerta y le echó el pestillo. Acto seguido se dirigió hasta la ventana donde se aseguró de haber dejado todo bien cerrado, incluyendo la traba y las cortinas para cerciorarse de que nadie les interrumpiría mientras hablaban.
Antes de que pudiera decir absolutamente nada, y aun delante de la ventana, Datsue comenzó a hablar, a excusarse y ya que estaba echarle la culpa de todo a Chokichi y Riko, pero había algo que el contrario no estaba teniendo en cuenta y eso era justamente lo que Noemi había contado a la Kageyama en un primer lugar.
—Datsue, tengo que pedirte que por favor, si realmente viniste con la intención de dar solución a algo, no me mientas tan descaradamente —dijo severa, sin siquiera girarse a mirarle.
Mantuvo el silencio por un momento, comprobó la ventana con un par de toques que dejaron en claro que no se iba a abrir fácilmente y finalmente, se dirigió a la cama, donde tomó asiento y luego dio suaves palmadas sobre el colchón a uno de sus lados. Clara indicación de que quería que el contrario tomase asiento.
Fue entonces que con una mirada fulminante dirigida a su interlocutor comenzó a hablar.
—Sé perfectamente que Hozuki Chokichi es el imbécil que reprobó dos veces seguidas el examen de graduación de la academia. También sé que es un acosador endemoniadamente bueno y tú, es más que seguro, eres quien recolecta la información que este tío obtiene.
¿Muchas deducciones para una rubia estúpida? Puede, pero las cosas solo encajaban de una sola manera en su no tan brillante mente y era justamente esa.
—Uchiha Datsue, el intrépido, quien aprobó el examen de graduación poco después que el grupo del Hozuki y por algún motivo se llevaba bien, de lo contrario no habría ido a visitarte a tu departamento, ¿me equivoco? —En ese momento hizo una ligera pausa como si pretendiese darle lugar al chico para que respondiera, pero pronto prosiguió—. ¿Cómo pretendes que crea en que el idiota que no hace más que reprobar un examen engaña a aquel que lo aprobó enseguida? Para colmo se la pasa baboseando, sacando fotos a las personas en momentos íntimos y no quiero saber qué otra cantidad de cosas peores habrá hecho, incluso mi hermana me contó cosas perturbadoras de él. Pero nada de eso viene al caso.
—Por si no fui clara, no creo en lo más mínimo que tú hayas sido el engañado, menos por ese Hozuki, pero sí que hay algo que me gustaría saber y no voy a permitir que te vayas hasta que me lo expliques con lujo de detalles, ¿entendido? —Hizo una nueva pausa en la que tragó algo de saliva y su expresión severa por un momento tembló—. ¿Qué tienes en contra de mi hermana? ¿Qué pasó para que le tengas tanta saña?
Ahora, en lugar de parecer enfadada como anteriormente, Kageyama Koko se mostraba dolida. No le agradaba para nada que siguieran pisoteando a su hermana, quien simplemente había malinterpretado una sola cosa y de allí se había ganado tanto odio y ahora… Simplemente por rencor estaban ensuciando más y más su nombre. A estas alturas, si la revista salía a la luz, sería más que entendible que decidiera quedarse encerrada por el resto de su vida dentro de la mansión, después de todo la aldea completa pasaría a odiarla si es que tomaban en consideración las palabras de tan dudosa revista.
Antes de que pudiera decir absolutamente nada, y aun delante de la ventana, Datsue comenzó a hablar, a excusarse y ya que estaba echarle la culpa de todo a Chokichi y Riko, pero había algo que el contrario no estaba teniendo en cuenta y eso era justamente lo que Noemi había contado a la Kageyama en un primer lugar.
—Datsue, tengo que pedirte que por favor, si realmente viniste con la intención de dar solución a algo, no me mientas tan descaradamente —dijo severa, sin siquiera girarse a mirarle.
Mantuvo el silencio por un momento, comprobó la ventana con un par de toques que dejaron en claro que no se iba a abrir fácilmente y finalmente, se dirigió a la cama, donde tomó asiento y luego dio suaves palmadas sobre el colchón a uno de sus lados. Clara indicación de que quería que el contrario tomase asiento.
Fue entonces que con una mirada fulminante dirigida a su interlocutor comenzó a hablar.
—Sé perfectamente que Hozuki Chokichi es el imbécil que reprobó dos veces seguidas el examen de graduación de la academia. También sé que es un acosador endemoniadamente bueno y tú, es más que seguro, eres quien recolecta la información que este tío obtiene.
¿Muchas deducciones para una rubia estúpida? Puede, pero las cosas solo encajaban de una sola manera en su no tan brillante mente y era justamente esa.
—Uchiha Datsue, el intrépido, quien aprobó el examen de graduación poco después que el grupo del Hozuki y por algún motivo se llevaba bien, de lo contrario no habría ido a visitarte a tu departamento, ¿me equivoco? —En ese momento hizo una ligera pausa como si pretendiese darle lugar al chico para que respondiera, pero pronto prosiguió—. ¿Cómo pretendes que crea en que el idiota que no hace más que reprobar un examen engaña a aquel que lo aprobó enseguida? Para colmo se la pasa baboseando, sacando fotos a las personas en momentos íntimos y no quiero saber qué otra cantidad de cosas peores habrá hecho, incluso mi hermana me contó cosas perturbadoras de él. Pero nada de eso viene al caso.
—Por si no fui clara, no creo en lo más mínimo que tú hayas sido el engañado, menos por ese Hozuki, pero sí que hay algo que me gustaría saber y no voy a permitir que te vayas hasta que me lo expliques con lujo de detalles, ¿entendido? —Hizo una nueva pausa en la que tragó algo de saliva y su expresión severa por un momento tembló—. ¿Qué tienes en contra de mi hermana? ¿Qué pasó para que le tengas tanta saña?
Ahora, en lugar de parecer enfadada como anteriormente, Kageyama Koko se mostraba dolida. No le agradaba para nada que siguieran pisoteando a su hermana, quien simplemente había malinterpretado una sola cosa y de allí se había ganado tanto odio y ahora… Simplemente por rencor estaban ensuciando más y más su nombre. A estas alturas, si la revista salía a la luz, sería más que entendible que decidiera quedarse encerrada por el resto de su vida dentro de la mansión, después de todo la aldea completa pasaría a odiarla si es que tomaban en consideración las palabras de tan dudosa revista.