15/09/2017, 22:07
—¿Pero quién te has creído que eres? Esta lechuga me la voy a llevar yo
La mujer que tenía la voz más aguda la alzo en tono amenazador. Mientras mikazuki seguía observando la pelea desde la distancia mientras ponía las zanahorias en su sitio. Sin embargo, aquella distancia no le protegió de aquello como un paraguas protegía de la lluvia. Aquella señora puso sus ojos sobre el joven Yuki con toda intención de implicarlo.
—Vamos chico, dile que la he cogido yo primero, tú lo has visto
—De eso nada, dile que la he cogido yo, has visto claramente como esta estaba mirando los tomates
Ambas se quedaron mirando expectantes a la respuesta del joven muchacho, que de un momento a otro se había envuelto en una pelea en la que de verdad no quería meterse. Las mujeres lo tergiversaban todo, se pusiera de parte de la señora que se pusiera, el que peor acabaría seria él.
—Creo que tengo una idea mejor —Dijo el joven shinobi mientras se dirigía al mostrador, donde cogió un cuchillo de cocina que utilizaban para cortar la parte sobrante de las verduras cuando un cliente se lo pedía — ¿Por qué no…—Estiro las palabras mientras ponía el cuchillo entre las dos mujeres —…La cortamos por la mitad? — Clavo los ojos en los de cada una de las mujeres, primero en la que tenía voz estridente y luego en la otra — La lechuga…
—¡De eso nada! —Grito la primera de ellas —Yo la he visto primero, me corresponde entera
—¡Y una porra! La he visto yo y me la voy a llevar entera yo
No parecía haber manera pacífica alguna de parar aquel embrollo. El caso era que la Lechuga seguía en el cajón, y pese a la discusión, ninguna de las dos le había puesto la mano encima.
—Entonces tendrán que solucionar sus problemas ustedes mismas, yo tengo trabajo que hacer —Acto seguido, aprovecho la multitud que había en la calle y la pelea de las señoras para hacerse un poco de publicidad. Asomo la cabeza y grito —¡Las mejores lechugas de Amegakure, las más frescas, solo aquí, nos las quitan de las manos!
La mujer que tenía la voz más aguda la alzo en tono amenazador. Mientras mikazuki seguía observando la pelea desde la distancia mientras ponía las zanahorias en su sitio. Sin embargo, aquella distancia no le protegió de aquello como un paraguas protegía de la lluvia. Aquella señora puso sus ojos sobre el joven Yuki con toda intención de implicarlo.
—Vamos chico, dile que la he cogido yo primero, tú lo has visto
—De eso nada, dile que la he cogido yo, has visto claramente como esta estaba mirando los tomates
Ambas se quedaron mirando expectantes a la respuesta del joven muchacho, que de un momento a otro se había envuelto en una pelea en la que de verdad no quería meterse. Las mujeres lo tergiversaban todo, se pusiera de parte de la señora que se pusiera, el que peor acabaría seria él.
—Creo que tengo una idea mejor —Dijo el joven shinobi mientras se dirigía al mostrador, donde cogió un cuchillo de cocina que utilizaban para cortar la parte sobrante de las verduras cuando un cliente se lo pedía — ¿Por qué no…—Estiro las palabras mientras ponía el cuchillo entre las dos mujeres —…La cortamos por la mitad? — Clavo los ojos en los de cada una de las mujeres, primero en la que tenía voz estridente y luego en la otra — La lechuga…
—¡De eso nada! —Grito la primera de ellas —Yo la he visto primero, me corresponde entera
—¡Y una porra! La he visto yo y me la voy a llevar entera yo
No parecía haber manera pacífica alguna de parar aquel embrollo. El caso era que la Lechuga seguía en el cajón, y pese a la discusión, ninguna de las dos le había puesto la mano encima.
—Entonces tendrán que solucionar sus problemas ustedes mismas, yo tengo trabajo que hacer —Acto seguido, aprovecho la multitud que había en la calle y la pelea de las señoras para hacerse un poco de publicidad. Asomo la cabeza y grito —¡Las mejores lechugas de Amegakure, las más frescas, solo aquí, nos las quitan de las manos!