16/09/2017, 02:43
Evitemos que esto suceda de nuevo, Habaki-san.
«Lo mismo digo...... En serio debería de acordarme de el nombre de este chabon, ¿Qué te pasa Karamaru?»
Por las palabras del morocho, y los ojos del pelirrojo, parecía que ambos le echaban la culpa al calvo por la momentánea separación del grupo. Y es que todavía no se llegaba a explicar cómo ellos habían perdido su rumbo cuando era el shinobi más calvo de Amegakure el que marcaba el paso al frente. Pero, como decía su abuelo, hay veces que es mejor callarse la boca.
Cierto tipo de estrategia para continuar con el camino de salida encontraron con la ausencia de Karamaru por las palabras y acciones del pelirrojo acuchillador. Trabajando con un hilo y liderando con confianza, hizo que los tres se acercaran a las puertas como si anduviesen en rieles. Pregunta como: ¿En qué momento? ¿Cómo lo hizo? pasaron por la cabeza del cenobita tratando de entender aquella maniobra, pero mientras que lo haga continuar con su misión tal vez era mejor, nuevamente, callarse y dejarse llevar.
Cuando salgamos del Cementerio será preciso hacer un descanso.
Mogura tiene razón.
«¿En serio? Espera... Con que Mogura... Al menos ahora se su nombre...»
El tiempo pasó y al momento de salir del famoso cementerio, la idea anterior se repitió una vez más para el asombro de Karamaru.
Ayy, vamos, todavía podemos caminar un poco más- contestó a las palabras de su compañero- Hay que esforzarse un poco más, exigir al cuerpo, entrenar como shinobi que somos.
Tal vez y dentro de un rato agarramos envión y podemos seguir sin parar.
Karamaru no estaba seguro de que poder cumplir lo que decía, pero la ansiedad por llegar a destino y conocer en detalle la misión, la ansiedad por entrar en acción y la ansiedad por alejarse de aquel pelirrojo hacían que valga la pena transpirar un poco más y cansar hasta el límite los músculos.
«Lo mismo digo...... En serio debería de acordarme de el nombre de este chabon, ¿Qué te pasa Karamaru?»
Por las palabras del morocho, y los ojos del pelirrojo, parecía que ambos le echaban la culpa al calvo por la momentánea separación del grupo. Y es que todavía no se llegaba a explicar cómo ellos habían perdido su rumbo cuando era el shinobi más calvo de Amegakure el que marcaba el paso al frente. Pero, como decía su abuelo, hay veces que es mejor callarse la boca.
Cierto tipo de estrategia para continuar con el camino de salida encontraron con la ausencia de Karamaru por las palabras y acciones del pelirrojo acuchillador. Trabajando con un hilo y liderando con confianza, hizo que los tres se acercaran a las puertas como si anduviesen en rieles. Pregunta como: ¿En qué momento? ¿Cómo lo hizo? pasaron por la cabeza del cenobita tratando de entender aquella maniobra, pero mientras que lo haga continuar con su misión tal vez era mejor, nuevamente, callarse y dejarse llevar.
Cuando salgamos del Cementerio será preciso hacer un descanso.
Mogura tiene razón.
«¿En serio? Espera... Con que Mogura... Al menos ahora se su nombre...»
El tiempo pasó y al momento de salir del famoso cementerio, la idea anterior se repitió una vez más para el asombro de Karamaru.
Ayy, vamos, todavía podemos caminar un poco más- contestó a las palabras de su compañero- Hay que esforzarse un poco más, exigir al cuerpo, entrenar como shinobi que somos.
Tal vez y dentro de un rato agarramos envión y podemos seguir sin parar.
Karamaru no estaba seguro de que poder cumplir lo que decía, pero la ansiedad por llegar a destino y conocer en detalle la misión, la ansiedad por entrar en acción y la ansiedad por alejarse de aquel pelirrojo hacían que valga la pena transpirar un poco más y cansar hasta el límite los músculos.
"El miedo es el camino al lado oscuro. El miedo lleva a la ira, la ira al odio, el odio al sufrimiento, y el sufrimiento al lado oscuro"
-Maestro Yoda.
◘ Hablo ◘ Pienso ◘
-Maestro Yoda.
◘ Hablo ◘ Pienso ◘