18/09/2017, 14:14
¿De qué sirven más tropas cansadas?
Mogura se estaba encargando de explicarle a Karamaru la situación en la que estábamos, porqué nos dirigíamos a descansar y el porque de ello. Aunque fue inevitable para mi sonreír al escuchar la incógnita que planteaba mi homologo, cada segundo que pasaba me confirmaba más que Habaki tenía poca inteligencia. "Aparentemente este chico es puro músculo y nada de inteligencia..."
Tras seguir nuestro camino la vegetación característica del país de la tormenta fue desapareciendo gradualmente hasta que nos encontrábamos con un clima y ambiente diferente, seguramente ya habíamos pasado la frontera y nos encontrábamos en el país vecino. La noche seguía siendo un problema a resolver, el lugar a donde debíamos descansar aún no lo teníamos y mi cuerpo dolía con cada paso que daba, mi respiración ahora era marcada y mi estómago rugía por un poco de comida.
—Allá hay una cueva, quizá podamos descansar ahí.— Dije con cierto entusiasmo y ansias de descansar, incluso mis pies se movieron un poco más rápido para llegar lo antes posible y poder relajarme. No obstante, la voz del shinobi amargó mi dulce momento.
Hay que tener cuidado de los animales salvajes, tratemos de evitar las cuevas por el momento.
Lancé una mirada poco amigable al emisor y seguí sus pasos de mala manera, sobre todo cuando me di cuenta que nos dirigíamos a una piedra de gran tamaño al lado de la montaña, no tenía techo ni nada por el estilo y seguro que el frío era abismal.
Este lugar parece adecuado.
—Podríamos dormir en un lugar con techo y más cálido.— Musité sin ninguna esperanza de que cambiáramos zona.
Una vez estuviésemos en la dichosa roca, fui el primero en sentarme y dejar mi bolso en el suelo, sacar el termo del agua y dar un gran trago, el vital líquido pareció restablecer fuerzas en mi interior.
Mogura se estaba encargando de explicarle a Karamaru la situación en la que estábamos, porqué nos dirigíamos a descansar y el porque de ello. Aunque fue inevitable para mi sonreír al escuchar la incógnita que planteaba mi homologo, cada segundo que pasaba me confirmaba más que Habaki tenía poca inteligencia. "Aparentemente este chico es puro músculo y nada de inteligencia..."
Tras seguir nuestro camino la vegetación característica del país de la tormenta fue desapareciendo gradualmente hasta que nos encontrábamos con un clima y ambiente diferente, seguramente ya habíamos pasado la frontera y nos encontrábamos en el país vecino. La noche seguía siendo un problema a resolver, el lugar a donde debíamos descansar aún no lo teníamos y mi cuerpo dolía con cada paso que daba, mi respiración ahora era marcada y mi estómago rugía por un poco de comida.
—Allá hay una cueva, quizá podamos descansar ahí.— Dije con cierto entusiasmo y ansias de descansar, incluso mis pies se movieron un poco más rápido para llegar lo antes posible y poder relajarme. No obstante, la voz del shinobi amargó mi dulce momento.
Hay que tener cuidado de los animales salvajes, tratemos de evitar las cuevas por el momento.
Lancé una mirada poco amigable al emisor y seguí sus pasos de mala manera, sobre todo cuando me di cuenta que nos dirigíamos a una piedra de gran tamaño al lado de la montaña, no tenía techo ni nada por el estilo y seguro que el frío era abismal.
Este lugar parece adecuado.
—Podríamos dormir en un lugar con techo y más cálido.— Musité sin ninguna esperanza de que cambiáramos zona.
Una vez estuviésemos en la dichosa roca, fui el primero en sentarme y dejar mi bolso en el suelo, sacar el termo del agua y dar un gran trago, el vital líquido pareció restablecer fuerzas en mi interior.