19/09/2017, 18:12
(Última modificación: 19/09/2017, 18:13 por Aotsuki Ayame.)
No recibió respuesta alguna. Quizás su oponente estaba demasiado cansado y necesitaba reponer fuerzas... Pero Ayame no estaba dispuesta a darle ese placer.
Había retraído el lado derecho del cuerpo a propósito para que Yota no pudiera ver que su mano fisgoneaba en su portaobjetos. Y de un momento a otro lanzó algo contra el suelo justo después de haber cerrado los ojos. Ante el impacto con el suelo, la pólvora detonó en un potente fogonazo que cegó a Yota durante unos valiosos segundos que Ayame no dudó en aprovechar. Habiéndose recuperado del dolor en sus piernas, se lanzó a la carrera contra él, acumulando el agua de su cuerpo en su brazo derecho e hipertrofiándolo hasta el punto de transformarlo en un auténtico martillo hidráulico.
Golpeó con todas sus fuerzas el abdomen del Kusajin, y este salió despedido varios metros hacia atrás. Después, Ayame volvió a posicionarse a unos cinco metros y jadeó ligeramente. Tenía que medir muy bien sus movimientos y su gasto de energía si no quería...