25/07/2015, 15:57
Por detras del escorpion, Nabi podria ver una niebla morada tan espesa que apenas se discernia lo que habia detras, o seria él, que estaba ciego. Dicha nube venenosa se propagaba lenta pero inexorablemente. Lo de venenosa era una brillante deducción del rubio que junto el hecho de que tuviera ese tono tan caracteristico del veneno y que el pelirrojo de Kusa estuviera huyendo de ella como si le fuera la vida en ello.
Yoshi aprovechó que el ataque de Nabi habia descolocado al clon, tanto fisicamente como mentalmente, para rematarlo con un par de bombas. Un poco exagerado para un clon que ya no sabia ni como sentarse pero bueno, se acepta. Apenas se pudo discernir como desaparecia el kage bushin con tanta explosion y tanto efecto especial. En ese momento, Nabi acabó de romperle la pinza con la que le mantenia sujeto el escorpion, y a priori, creia que este dejaria de moverse, pues su controlador habia sido explosionado. Pero, para sorpresa de todos, el escorpion se movió agilmente a donde estaban Juro y Yoshi y con la pinza que le quedaba agarró al pelirrojo y lo lanzó hacia la nube que ya casi habia invadido toda la sala.
¡Juro! Por el agujero del techo, ¡ahora!
Le gritaria mientras empezaba a trepar por la pared que tenia más proxima para huir de aquel gas infernal, sin embargo, no se iba a quedar en eso, el escorpion, ya más escombro que marioneta se plantó entre Juro y la pared. Al parecer era el viejo el que lo estaba controlando, el muy animal estaba en medio de la nube toxica como si nada. Mientras, las mini arañas que quedaban habian empezado a picar sin piedad a Yoshimitsu en cuanto este habia tocado suelo.
El rubio observaba el panorama desde un par de metros de altura, allí apenas acababa de llegar la nube venenosa y el shinobi ya sufria sus efectos, pues era especialmente delicado con las toxinas manufacturadas por dementes que solo quieren ver el mundo arder. Sin embargo, al ver al escorpion arrinconando a Juro contra la muerte gaseosa no se lo pensó dos veces. Saltó para caer con el bastón por delante encima de aquella marioneta, que se desmontaria ante el impacto del arma contundente sumado al poder de la gravedad.
Una vez realizado su ataque homicida, miraria a Juro con el rostro más serio que en su vida habia tenido.
He dicho, ahora.
Y se volveria a encaramar por la pared, aunque ya era tarde para huir del veneno, que ya habia invadido cada centimetro de la estancia. Intentando respirar lo menos posible y no abrir demasiado los ojos escaló tan rapido como pudo. La densidad de aquella asquerosa nube le hizo imposible ver que habia pasado con Yoshi, pero esperaba que Juro sí consiguiera escapar, que menos cuando acababa de jugarse la vida por él.
Yoshi aprovechó que el ataque de Nabi habia descolocado al clon, tanto fisicamente como mentalmente, para rematarlo con un par de bombas. Un poco exagerado para un clon que ya no sabia ni como sentarse pero bueno, se acepta. Apenas se pudo discernir como desaparecia el kage bushin con tanta explosion y tanto efecto especial. En ese momento, Nabi acabó de romperle la pinza con la que le mantenia sujeto el escorpion, y a priori, creia que este dejaria de moverse, pues su controlador habia sido explosionado. Pero, para sorpresa de todos, el escorpion se movió agilmente a donde estaban Juro y Yoshi y con la pinza que le quedaba agarró al pelirrojo y lo lanzó hacia la nube que ya casi habia invadido toda la sala.
¡Juro! Por el agujero del techo, ¡ahora!
Le gritaria mientras empezaba a trepar por la pared que tenia más proxima para huir de aquel gas infernal, sin embargo, no se iba a quedar en eso, el escorpion, ya más escombro que marioneta se plantó entre Juro y la pared. Al parecer era el viejo el que lo estaba controlando, el muy animal estaba en medio de la nube toxica como si nada. Mientras, las mini arañas que quedaban habian empezado a picar sin piedad a Yoshimitsu en cuanto este habia tocado suelo.
El rubio observaba el panorama desde un par de metros de altura, allí apenas acababa de llegar la nube venenosa y el shinobi ya sufria sus efectos, pues era especialmente delicado con las toxinas manufacturadas por dementes que solo quieren ver el mundo arder. Sin embargo, al ver al escorpion arrinconando a Juro contra la muerte gaseosa no se lo pensó dos veces. Saltó para caer con el bastón por delante encima de aquella marioneta, que se desmontaria ante el impacto del arma contundente sumado al poder de la gravedad.
Una vez realizado su ataque homicida, miraria a Juro con el rostro más serio que en su vida habia tenido.
He dicho, ahora.
Y se volveria a encaramar por la pared, aunque ya era tarde para huir del veneno, que ya habia invadido cada centimetro de la estancia. Intentando respirar lo menos posible y no abrir demasiado los ojos escaló tan rapido como pudo. La densidad de aquella asquerosa nube le hizo imposible ver que habia pasado con Yoshi, pero esperaba que Juro sí consiguiera escapar, que menos cuando acababa de jugarse la vida por él.
—Nabi—