26/07/2015, 22:38
El rubio observó que su compañero estaba decidido. Expresivamente afirmó que estaba preparado, a la vez que confirmaba el inicio de la operación "Salva el puto bolso". Sin preámbulos, sendos shinobis comenzaron la carrera, directos y sin preámbulo hacia el grupo de maleantes.
"Venga, tú puedes!"
Decididos, el par se abalanzó sobre sus oponentes. El de Uzu se adelantó levemente, y casi a último momento, escupió una bocanada de aire a todo gas. La resonancia y el aire a presión derrumbaron a la mayoría de maleantes, apenas uno quedó en pié. Aprovechando la oportunidad, el rubio se deslizó patinando hasta su objetivo. Ladeó a ultimo segundo, y golpeó con la pierna derecha al sujeto que se aferraba al bolso. Tras ello, alargó la mano hasta el susodicho, y le arrancó de las manos el maldito bolso.
— Mio! — Exclamó el Yotsuki.
Apenas hecho ese rápido asalto, el rubio salió de ahí tan aprisa como había entrado. Bolso en mano, corrió a toda vela hacia su compañero. Apenas gastó un solo segundo en mirar atrás, era evidente que no tardarían en reponerse y correr hacia ellos.
— Vamonos! corre! — Gritó a su compañero en advertencia a lo que sucedería. — Como nos pillen nos apalean! —
Evidentemente, el grupo de gamberros se levantaron a toda prisa. Los susodichos vociferaban todo tipo de injurias, lo mas lindo que decían era un "Como te pille te mato!". Claramente sus intenciones no eran buenas, al menos no para la piel de los genin.
En plena carrera, el rubio tomaría un par de shurikens y los lanzaría hacia detrás para relentizar un poco la carrera de los maleantes. Al menos con ese gesto le aseguraría un poco de ventaja a su compañero, pues al Yotsuki difícilmente lo pillasen. De nuevo, el rubio correría en dirección contraria a la muchedumbre que querían machacarlos como a un saco de boxeo.
Por otro lado, la chica parecía haber desaparecido del mapa. Al menos gozaba de agilidad, la muy cabrona...
— Hacia la arboleda, allí podremos despistarlos fácilmente! — avisó a su compañero señalando el itinerario de huida.
"Venga, tú puedes!"
Decididos, el par se abalanzó sobre sus oponentes. El de Uzu se adelantó levemente, y casi a último momento, escupió una bocanada de aire a todo gas. La resonancia y el aire a presión derrumbaron a la mayoría de maleantes, apenas uno quedó en pié. Aprovechando la oportunidad, el rubio se deslizó patinando hasta su objetivo. Ladeó a ultimo segundo, y golpeó con la pierna derecha al sujeto que se aferraba al bolso. Tras ello, alargó la mano hasta el susodicho, y le arrancó de las manos el maldito bolso.
— Mio! — Exclamó el Yotsuki.
Apenas hecho ese rápido asalto, el rubio salió de ahí tan aprisa como había entrado. Bolso en mano, corrió a toda vela hacia su compañero. Apenas gastó un solo segundo en mirar atrás, era evidente que no tardarían en reponerse y correr hacia ellos.
— Vamonos! corre! — Gritó a su compañero en advertencia a lo que sucedería. — Como nos pillen nos apalean! —
Evidentemente, el grupo de gamberros se levantaron a toda prisa. Los susodichos vociferaban todo tipo de injurias, lo mas lindo que decían era un "Como te pille te mato!". Claramente sus intenciones no eran buenas, al menos no para la piel de los genin.
En plena carrera, el rubio tomaría un par de shurikens y los lanzaría hacia detrás para relentizar un poco la carrera de los maleantes. Al menos con ese gesto le aseguraría un poco de ventaja a su compañero, pues al Yotsuki difícilmente lo pillasen. De nuevo, el rubio correría en dirección contraria a la muchedumbre que querían machacarlos como a un saco de boxeo.
Por otro lado, la chica parecía haber desaparecido del mapa. Al menos gozaba de agilidad, la muy cabrona...
— Hacia la arboleda, allí podremos despistarlos fácilmente! — avisó a su compañero señalando el itinerario de huida.