25/09/2017, 11:38
El Ichibi, a diferencia de lo que creía Datsue, no se irritó ante la contestación de Akame. En su lugar, respondió con cierta tranquilidad. Toda la tranquilidad que te podía transmitir una boa constrictor enrollándose en tu cuello, claro. No apretaba, pero sabías que en cualquier momento podría hacerlo. Aquella sensación de angustia, de no saber lo que iba a suceder —o cuando—, daba todavía más miedo que ver un peligro real acercándose.
Era el miedo a la incertidumbre.
El bijuu no daba puntada sin hilo. Cada palabra que siseaba como una víbora tenían una razón de ser y un propósito. Les recordó su falta de libertad por segunda vez. Una saeta directa a la herida abierta en el corazón del Uchiha, que cada vez se iba agrandando más y más. No contento con ello, depositó una nueva semilla en su alma: la semilla de la sospecha. De la desconfianza. ¿Había Zoku contado toda la verdad? ¿Era realmente lo mejor para la Villa? Las dudas empezaban a aflorar en la mente del Uchiha. Unas dudas que tan solo se veían eclipsadas por el miedo visceral que sentía en presencia de aquel monstruo.
Akame negó con prontitud la propuesta del Ichibi: que le permitiesen salir un segundo para matar a Zoku. Datsue, sin embargo, no lo veía tan claro.
—Akame… —abrió y cerró la boca, dudando—. Quizá… Quizá tenga algo de razón —se aventuró a decir, sabiendo del peligro que corría pronunciando aquellas palabras. Akame se había convertido en un buen amigo. Pero un amigo devoto a seguir órdenes y a la cadena de mando. ¿Se chivaría a Zoku de lo que estaba a punto de decirle? No lo podía saber con certeza, pero era un riesgo que merecía la pena correr. Su libertad estaba en juego—. Has visto tan bien como yo cómo está la Villa. Discordia, rencores, compañeros matándose entre sí por unas malas palabras... Y vendrán más. Lo sabes tan bien como yo. Acaso… —tragó saliva—. ¿Acaso lo mejor para la Villa no sería un nuevo Kage? ¿Un Kage que no tuviese relación ni con Zoku ni con Gouna? ¿Alguien a quien todo el mundo aceptase?
«Y sin embargo...»
—Pero aunque aceptásemos el trato, s-señor Ichibi —continuó, sin atreverse a mirar a los ojos a la bestia—. Aunque creyéramos en lo que dice sobre Zoku... ¿Cómo podemos confiar en usted? ¿Cómo podemos saber que no arrasará también con la Villa? ¿O que nos matará también a nosotros como hizo con el hijo de Zoku? —Tuviese el Ichibi razón o no, carecía de importancia sin antes saber qué garantías les daba de que cumpliría su parte, de que se ceñiría exactamente a lo que había dicho: asesinar a Zoku sin daños colaterales.
Era el miedo a la incertidumbre.
El bijuu no daba puntada sin hilo. Cada palabra que siseaba como una víbora tenían una razón de ser y un propósito. Les recordó su falta de libertad por segunda vez. Una saeta directa a la herida abierta en el corazón del Uchiha, que cada vez se iba agrandando más y más. No contento con ello, depositó una nueva semilla en su alma: la semilla de la sospecha. De la desconfianza. ¿Había Zoku contado toda la verdad? ¿Era realmente lo mejor para la Villa? Las dudas empezaban a aflorar en la mente del Uchiha. Unas dudas que tan solo se veían eclipsadas por el miedo visceral que sentía en presencia de aquel monstruo.
Akame negó con prontitud la propuesta del Ichibi: que le permitiesen salir un segundo para matar a Zoku. Datsue, sin embargo, no lo veía tan claro.
—Akame… —abrió y cerró la boca, dudando—. Quizá… Quizá tenga algo de razón —se aventuró a decir, sabiendo del peligro que corría pronunciando aquellas palabras. Akame se había convertido en un buen amigo. Pero un amigo devoto a seguir órdenes y a la cadena de mando. ¿Se chivaría a Zoku de lo que estaba a punto de decirle? No lo podía saber con certeza, pero era un riesgo que merecía la pena correr. Su libertad estaba en juego—. Has visto tan bien como yo cómo está la Villa. Discordia, rencores, compañeros matándose entre sí por unas malas palabras... Y vendrán más. Lo sabes tan bien como yo. Acaso… —tragó saliva—. ¿Acaso lo mejor para la Villa no sería un nuevo Kage? ¿Un Kage que no tuviese relación ni con Zoku ni con Gouna? ¿Alguien a quien todo el mundo aceptase?
«Y sin embargo...»
—Pero aunque aceptásemos el trato, s-señor Ichibi —continuó, sin atreverse a mirar a los ojos a la bestia—. Aunque creyéramos en lo que dice sobre Zoku... ¿Cómo podemos confiar en usted? ¿Cómo podemos saber que no arrasará también con la Villa? ¿O que nos matará también a nosotros como hizo con el hijo de Zoku? —Tuviese el Ichibi razón o no, carecía de importancia sin antes saber qué garantías les daba de que cumpliría su parte, de que se ceñiría exactamente a lo que había dicho: asesinar a Zoku sin daños colaterales.
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado