27/07/2015, 10:06
Esperaba pacientemente en la entrada de los comedores, no era una hora habitual para comer pero buen hostal, de aquella sala manaba olor a comida que hizo que la espera fuera todavía si cabe, más tortuosa. Por fortuna, la espera no se prolongó demasiado. Estaba cansado, y no pude evitar apoyar el trasero en la pared mientras esperaba con los ojos entrecerrados, hasta que apareció una apresurada Eri que exclamó mi nombre, dándome un sobresalto.
"¿¡Que pasa!? Lo primero que me vino a la cabeza fue que estaba en problemas.
Venía a toda prisa y no sabía el por qué. Cuando me iba a disponer a preguntarle me agarró con fuerza conduciéndome hacía el interior del comedor mientras comenzó a hablar con ansiedad. -Si si estoy bien...¿hambre? Pues claro que tengo hambre y por lo que veo tu más que yo hahaha Reí puesto que nunca había visto a Eri de ese modo tan impulsivo.
Una vez sentados en la mesa, me ajusté el albornoz que a causa del tirón de Eri, me descolocó un poco, después le pregunté si estaba todo bien. -A parte del hambre...¿Todo bien?
Ahora que ya nos encontrábamos dentro del comedor, pude observar que se trataba de una sala amplia y diáfana, con un montón de mesas. "Aquí come todo un regimiento..., sin duda" y vi otra cosa que explicaba el olor a comida, era el típico restaurante en donde te levantabas y te servías la comida que quisieras. Había un enorme mostrador en donde había un montón de bandejas con comida de todo tipo, protegido con unas vitrinas de cristal.
-¡Oh Dios! Dije al ver tal cantidad de alimentos. Justo al lado había un armario en donde podías coger una bandeja y, todos lo necesario para servirte la comida, platos, boles, cubiertos, etcétera. -Creo que vamos a comer demasiado bien Acompañé la frase con una sonrisa que no podía desdibujar de mi rostro.
"¿¡Que pasa!? Lo primero que me vino a la cabeza fue que estaba en problemas.
Venía a toda prisa y no sabía el por qué. Cuando me iba a disponer a preguntarle me agarró con fuerza conduciéndome hacía el interior del comedor mientras comenzó a hablar con ansiedad. -Si si estoy bien...¿hambre? Pues claro que tengo hambre y por lo que veo tu más que yo hahaha Reí puesto que nunca había visto a Eri de ese modo tan impulsivo.
Una vez sentados en la mesa, me ajusté el albornoz que a causa del tirón de Eri, me descolocó un poco, después le pregunté si estaba todo bien. -A parte del hambre...¿Todo bien?
Ahora que ya nos encontrábamos dentro del comedor, pude observar que se trataba de una sala amplia y diáfana, con un montón de mesas. "Aquí come todo un regimiento..., sin duda" y vi otra cosa que explicaba el olor a comida, era el típico restaurante en donde te levantabas y te servías la comida que quisieras. Había un enorme mostrador en donde había un montón de bandejas con comida de todo tipo, protegido con unas vitrinas de cristal.
-¡Oh Dios! Dije al ver tal cantidad de alimentos. Justo al lado había un armario en donde podías coger una bandeja y, todos lo necesario para servirte la comida, platos, boles, cubiertos, etcétera. -Creo que vamos a comer demasiado bien Acompañé la frase con una sonrisa que no podía desdibujar de mi rostro.