26/09/2017, 00:39
Por un instante la kunoichi tuvo la ligera impresión de que el calvo estaba a punto de salir corriendo de nuevo, a pesar de haberle dado la razón en cuanto a las indicaciones y… Definitivamente iba a seguirle, buscaría la manera de dejarle en claro que debía dejarse de estupideces, al menos en un lugar tan concurrido donde podría romper cosas sumamente valiosas o lastimar personas que no tienen nada que ver.
Pero cuando menos se lo esperaba, este se volvió para mirarla a la cara con una sonrisa algo extraña que la obligó a retroceder un paso y mirarle extrañada. «¿Qué carajo? »No dijo nada, al menos hasta que no le indicó lo que estaba mirando.
—Ah… —soltó dudosa—. Sí, son distintos, verde y magenta —indicó vagamente, ya él debería de haberse dado cuenta de cual es cual.
Era extraño que preguntasen algo así, siendo una respuesta tan obvia si se podía ver. Lo dejaría pasar si estuviese hablando con alguien ciego, pero estaba claro que aquel chico no lo era, de lo contrario nunca hubiese podido notar ese detalle en ella.
—Te has dado en la cabeza, ¿verdad?
Aquella era la única explicación posible a ojos de la Kageyama.
Pero cuando menos se lo esperaba, este se volvió para mirarla a la cara con una sonrisa algo extraña que la obligó a retroceder un paso y mirarle extrañada. «¿Qué carajo? »No dijo nada, al menos hasta que no le indicó lo que estaba mirando.
—Ah… —soltó dudosa—. Sí, son distintos, verde y magenta —indicó vagamente, ya él debería de haberse dado cuenta de cual es cual.
Era extraño que preguntasen algo así, siendo una respuesta tan obvia si se podía ver. Lo dejaría pasar si estuviese hablando con alguien ciego, pero estaba claro que aquel chico no lo era, de lo contrario nunca hubiese podido notar ese detalle en ella.
—Te has dado en la cabeza, ¿verdad?
Aquella era la única explicación posible a ojos de la Kageyama.