26/09/2017, 00:46
Mi reno se encontraba más tranquilo después de haberlo acariciado, incluso Koutetsu se encargó de mantenerlo en las cercanías mientras me incorporaba, no obstante, no pude volver a subir a su lomo ya que ambos especímenes se encontraban olfateando algo que yacía en las profundas capas blanquecinas.
¿Qué pasa? Me preguntaba mientras miraba la extraña reacción de ambos animales, ciertamente el olfato de aquellas bestias estaba más sensibilizado que el nuestro, su radar les decía que ahí se encontraba algo, aunque con la ventisca y todas las medidas climatológicas en contra era muy difícil que mi persona pudiese percibir algo, por lo menos con el olfato.
El viento seguía azotándonos y los cristales de hielo también, lo único que quería hacer era marcharme y sentir la seguridad y calidez del hotel, pero el peliblanco se acercó hasta donde ambos ciervos se encontraban buscando, y sin dudarlo mucho empezó a excavar. —ES MEJOR VOLVER! PODEMOS VERNOS ENVUELTOS Y SEPULTADOS POR LA NIEVE!— Grité mientras me acercaba para asegurarme de que el mensaje fuera recibido, pero el moreno seguía buscando...
Mi acompañante me hizo unas señas inconfundibles y me acerqué con rapidez, lo más rápido que mis pies se podían moverse entre por la gruesa capa nívea, tardé unos segundos que me parecieron largos minutos hasta llegar a la tumba helada, limpié mi rostro para asegurarme de que mis ojos funcionaban bien, había un cuerpo bajo el hielo, un cuerpo femenino por las características físicas.
—¡Ayudame a sacarla Keisuke-san! —
"¿Enserio?" Estabamos a puntos de ser engullidos por una tormenta de nieve y él pretendía desenterrar un cuerpo que estaba inerte, que seguramente nadie recordaría o reclamaría. —¿Y SÍ ES UNO DE ESOS MUERTOS VIVIENTES DE LAS LEYENDAS?— Pregunté con cierto temor.
Estaba viendo como mi acompañante seguía desenterrando el cadáver, pero yo aún no me atrevía a nada, miraba con cierta duda sí hacíamos lo correcto, después de todos estábamos arriesgándonos, nosotros los vivos por alguien que ya estaba muerto...
¿Qué pasa? Me preguntaba mientras miraba la extraña reacción de ambos animales, ciertamente el olfato de aquellas bestias estaba más sensibilizado que el nuestro, su radar les decía que ahí se encontraba algo, aunque con la ventisca y todas las medidas climatológicas en contra era muy difícil que mi persona pudiese percibir algo, por lo menos con el olfato.
El viento seguía azotándonos y los cristales de hielo también, lo único que quería hacer era marcharme y sentir la seguridad y calidez del hotel, pero el peliblanco se acercó hasta donde ambos ciervos se encontraban buscando, y sin dudarlo mucho empezó a excavar. —ES MEJOR VOLVER! PODEMOS VERNOS ENVUELTOS Y SEPULTADOS POR LA NIEVE!— Grité mientras me acercaba para asegurarme de que el mensaje fuera recibido, pero el moreno seguía buscando...
Mi acompañante me hizo unas señas inconfundibles y me acerqué con rapidez, lo más rápido que mis pies se podían moverse entre por la gruesa capa nívea, tardé unos segundos que me parecieron largos minutos hasta llegar a la tumba helada, limpié mi rostro para asegurarme de que mis ojos funcionaban bien, había un cuerpo bajo el hielo, un cuerpo femenino por las características físicas.
—¡Ayudame a sacarla Keisuke-san! —
"¿Enserio?" Estabamos a puntos de ser engullidos por una tormenta de nieve y él pretendía desenterrar un cuerpo que estaba inerte, que seguramente nadie recordaría o reclamaría. —¿Y SÍ ES UNO DE ESOS MUERTOS VIVIENTES DE LAS LEYENDAS?— Pregunté con cierto temor.
Estaba viendo como mi acompañante seguía desenterrando el cadáver, pero yo aún no me atrevía a nada, miraba con cierta duda sí hacíamos lo correcto, después de todos estábamos arriesgándonos, nosotros los vivos por alguien que ya estaba muerto...