27/07/2015, 14:07
Eri vio como su compañero se colocaba de nuevo su albornoz ''Mi culpa...'', y como también preguntaba que si estaba todo bien.
-Todo bien, lo único es que la recepcionista es un poco... Especial.-Terminó la oración en un susurro.-Me la encontré en los baños, popu.-Explicó antes de que el pelirrojo preguntase el por qué del comentario. Luego la joven kunoichi miró hacia todos lados, observando el amplio lugar donde se encontraban, y de ver tanta comida el estómago le rugió, pidiéndole a la pequeña que saciara su hambre. Y asintió a lo que acababa de afirmar Yoshi. ''Y que lo digas, vamos a comer muuuy bien.'' pensó la de cabellos azules.
Pero antes de que se levantase y dejase ser llevaba por sus instintos, miró si encontraba por algún lugar los precios. Usualmente entraba todas las comidas en el precio de la habitación de los hostales, pero no estaban en la hora de una comida en específico, solo ambos tenían hambre. Entonces como si alguien hubiese leído sus pensamientos, encontró a Haru sentada a su lado.
-¡Hola pareja! ¿Cómo están pasando su día?- Eri suspiró, pegando su frente con la mesa sin importar el daño que pudiera causar a dicha zona. Esa mujer la estaba exasperando de maneras increíbles. -Ahora que vais a comer y como habéis llegado después del desayuno mi padre me ha comunicado que la comida que toméis ahora es totalmente gratis, ya que estamos escasos de clientes y toda la comida puede echarse a perder...-Explicó un poco apenada.-Por eso, os invito a que probéis toda la comida que gustéis, y no os cortéis en nada.- Antes de que alguno de ambos genin pudiese preguntar o simplemente comentar algo, la mujer se levantó, se alisó el llamativo kimono de flores que llevaba, y salió por donde ambos chicos habían entrado minutos antes.
Después de unos minutos de shock, Eri habló. -¿Entiendes ahora?- Dijo levantando su cabeza de la mesa, con un color rojizo en su frente. -Bueno, no importa, al final la voy a coger cariño y todo.-Entonces la pequeña kunoichi se levantó, alisó su albornoz y fue al armario donde podría coger lo necesario para empezar a servirse. -¿Vienes Yoshi, popu?-Preguntó educada. Luego fue corriendo como si de una niña pequeña se tratase a coger un plato y miró toda la comida.
Estaba separada por secciones, encontraba platos fritos, tallarines, arroz, sopa... Incluso una parte exclusiva de dulces, que Eri no dudaba en probar al final de la comida. Se llevó un dedo a la barbilla, pensativa, mientras que con la otra mano sujetaba el plato que se acababa de agenciar.
-¿Qué deberíamos comer?- Preguntó a Yoshi, sonriente.
-Todo bien, lo único es que la recepcionista es un poco... Especial.-Terminó la oración en un susurro.-Me la encontré en los baños, popu.-Explicó antes de que el pelirrojo preguntase el por qué del comentario. Luego la joven kunoichi miró hacia todos lados, observando el amplio lugar donde se encontraban, y de ver tanta comida el estómago le rugió, pidiéndole a la pequeña que saciara su hambre. Y asintió a lo que acababa de afirmar Yoshi. ''Y que lo digas, vamos a comer muuuy bien.'' pensó la de cabellos azules.
Pero antes de que se levantase y dejase ser llevaba por sus instintos, miró si encontraba por algún lugar los precios. Usualmente entraba todas las comidas en el precio de la habitación de los hostales, pero no estaban en la hora de una comida en específico, solo ambos tenían hambre. Entonces como si alguien hubiese leído sus pensamientos, encontró a Haru sentada a su lado.
-¡Hola pareja! ¿Cómo están pasando su día?- Eri suspiró, pegando su frente con la mesa sin importar el daño que pudiera causar a dicha zona. Esa mujer la estaba exasperando de maneras increíbles. -Ahora que vais a comer y como habéis llegado después del desayuno mi padre me ha comunicado que la comida que toméis ahora es totalmente gratis, ya que estamos escasos de clientes y toda la comida puede echarse a perder...-Explicó un poco apenada.-Por eso, os invito a que probéis toda la comida que gustéis, y no os cortéis en nada.- Antes de que alguno de ambos genin pudiese preguntar o simplemente comentar algo, la mujer se levantó, se alisó el llamativo kimono de flores que llevaba, y salió por donde ambos chicos habían entrado minutos antes.
Después de unos minutos de shock, Eri habló. -¿Entiendes ahora?- Dijo levantando su cabeza de la mesa, con un color rojizo en su frente. -Bueno, no importa, al final la voy a coger cariño y todo.-Entonces la pequeña kunoichi se levantó, alisó su albornoz y fue al armario donde podría coger lo necesario para empezar a servirse. -¿Vienes Yoshi, popu?-Preguntó educada. Luego fue corriendo como si de una niña pequeña se tratase a coger un plato y miró toda la comida.
Estaba separada por secciones, encontraba platos fritos, tallarines, arroz, sopa... Incluso una parte exclusiva de dulces, que Eri no dudaba en probar al final de la comida. Se llevó un dedo a la barbilla, pensativa, mientras que con la otra mano sujetaba el plato que se acababa de agenciar.
-¿Qué deberíamos comer?- Preguntó a Yoshi, sonriente.