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Otoño-Invierno de 221

Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
Mogura haría un esfuerzo más por llevar la comida que acababa de liberar de su sello hasta la mesa.

—¿Tenemos... comida para lo que queda de viaje? Porque... si nos vamos a tener que comer entre nosotros... ya aviso de antemano que yo soy sólo agua.

La joven kunoichi lanzaría una pregunta sobre la mesa donde estaban por apoyar las cosas, solo para hacer un comentario en broma después.

—¡Da la casualidad que yo también!

Broma que la ANBU continuaría dibujando una macabra risa mostrando sus afilados dientes, como si fuese una especie de tiburón mirando a una posible presa.

Supongo que nos tendremos que comer a Mogura-kun.

¡Oh... no creo que quieran comerme, después de trabajar tanto tiempo con venenos seguro estoy lleno de toxinas...!

Advirtió en un tono jocoso continuando la broma para después dejar escapar una risa nerviosa.

Por un momento creyó que los enemigos se habían retirado y que ya no habría más peligro en aquella misión, pero se equivocó, las fiambreras de Shanise aún contenían aquellos sándwiches tan cutres y poco saludables, sumado a eso, ahora tenían un par de días de vida.

—No son un manjar, pero es todo lo que me queda a mi. Creo que hay para los tres hasta que lleguemos. Al fin y al cabo, sólo nos queda medio día de viaje. Mañana estaremos en casa. Coged los que queráis. El pastel de fresa será nuestro postre.

Medio día de viaje y estarían en casa, esas palabras sin duda alguna levantaron su ánimo.

«Peor es nada... supongo...»

Pensó mientras tomaba un sandwich y comenzaba a comerlo. Ni bien dio el primer bocado tomó una nota mental.

«La próxima vez sellaré más comida.»

Un pergamino más grande, o más pergaminos, lo que sea necesario.

—Ayame, eres una kunoichi de Amegakure. Tienes compañeros y familia que te quiere. No eres una vasija. Recuérdalo.

«Una vasija... ¿lo dice por el Gobi?»

Ciertamente la joven jinchuuriki tenía un par de problemas con su memoria y no era ningún ejemplo en lo que a modales se refería, pero no podía decir que no le había tomado un poco de cariño en los últimos días. Por esa razón no pudo evitar asentir ligeramente con un gesto de la cabeza mientras comía su sándwich.

Momentos más tarde, Shanise se retiraría a dormir, el joven médico necesitaba una noche de sueño. No iba a encontrarla en aquella cama de campamento pero al menos serviría como un parche hasta llegar a su casa.

—Hala, buenas noches.

Buenas noches, Shanise-san, Ayame-san.

Diría Mogura y no tardaría mucho más en quedar hecho un tronco.
Hablo - Pienso

[Imagen: tumblr_n5t2e2FGOB1qdlh1io1_400.gif]
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RE: (S) Los hilos del mundo: tercer hilo - por Manase Mogura - 27/09/2017, 14:53


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