27/09/2017, 18:18
—¿Exactamente a donde vamos a llevar el cuerpo?— Miró de reojo a Kōtetsu y luego al cuerpo inerte en la montura.
El de ojos grises tenía claro que debían de llevar aquel cadáver al pueblo, pero más allá de eso… No sabía en dónde o a quien había que entregar a la fallecida, ni si había algún trámite o costumbre que debiera de seguir.
—Por ahora vallamos hacia el sitio en donde hay que entregar las monturas. Allí le preguntaremos al encargado sobre lo que podemos hacer.
Kōtetsu acomodo a la tiesa figura que comenzaba a ladearse y se encamino hacia el pueblo. No paso mucho tiempo hasta que de nuevo se encontraron en las inmediaciones donde habían estado hacia horas. Sin embargo, aquel lugar parecía desierto y tuvieron que separarse y buscar al encargado del sitio. Finalmente, seria Keisuke el que daría con aquel señor tuerto y jorobado, que yacia sentado al frente de las caballerizas, tallando despreocupadamente un trozo de hueso de ballena.
—Ya me estaba inquietando, sí que se tomaron su tiempo —señalo, mirándole con su único y amarillento ojo—. Oye, se te ve un poco fatigado, ¿te encuentras bien? ¿Ha sucedido algo malo?
El de ojos grises tenía claro que debían de llevar aquel cadáver al pueblo, pero más allá de eso… No sabía en dónde o a quien había que entregar a la fallecida, ni si había algún trámite o costumbre que debiera de seguir.
—Por ahora vallamos hacia el sitio en donde hay que entregar las monturas. Allí le preguntaremos al encargado sobre lo que podemos hacer.
Kōtetsu acomodo a la tiesa figura que comenzaba a ladearse y se encamino hacia el pueblo. No paso mucho tiempo hasta que de nuevo se encontraron en las inmediaciones donde habían estado hacia horas. Sin embargo, aquel lugar parecía desierto y tuvieron que separarse y buscar al encargado del sitio. Finalmente, seria Keisuke el que daría con aquel señor tuerto y jorobado, que yacia sentado al frente de las caballerizas, tallando despreocupadamente un trozo de hueso de ballena.
—Ya me estaba inquietando, sí que se tomaron su tiempo —señalo, mirándole con su único y amarillento ojo—. Oye, se te ve un poco fatigado, ¿te encuentras bien? ¿Ha sucedido algo malo?