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Otoño-Invierno de 221

Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
Al llegar el nuevo amanecer, partieron pronto y presto hacia su ciudad. Hacia Amegakure. La ciudad de Amenokami. Pese a las alegrías y penas que habían compartido, y al reforzado vínculo que se había forjado entre ellos tres, no hubo apenas un ápice de conversación en la travesía de horas y horas que tuvieron. No porque hubiera pasado nada, por supuesto, sino porque la tormenta, como si hubiese decidido recibirlos de la única manera que sabía, descargaba un furioso torrente de lluvia sobre los alrededores a Amegakure.

Si tan sólo hubiesen sabido que allá llovía tanto por una diferencia de presiones creada por un ataque, hacía unos días, que había estallado en el cielo en la Ciudad Fantasma...

—Chicos —anunció Shanise, de mala gana—. Al fin hemos llegado. Me cago en la puta, cómo llueve hoy.

Aunque el agua no les había dejado ver los elevados edificios de hormigón y tuberías de la urbe, sus pies dejaron de pisar la hierba y se toparon con el duro cemento del puente de entrada a la villa. Los muchachos avanzaron y pasaron al lado de los guardias, que les recibieron con una pronunciada reverencia.

—Sha-Shanise-san. B-bienvenida. V-veo que la misión ha salido bien. —Los guardias temblaban como un flan.

—De-debería ir a ver a Y-Yui-sama.

—¿Está bastante molesta, verdad?

—El Y-Yamanaka encargado de las c-comunicaciones lleva dos d-días encerrado en prisión.

—OH, VENGA YA.


· · ·


Yui les observaba con los brazos cruzados detrás de su larga mesa de ébano. Tras ella, a través de los ventanales, los truenos gritaban de vez en cuando. El trío estaba postrado ante su líder, Shanise un poco más adelantada que los dos genin.

—¡¡ME DICES QUE HAN INTENTADO SECUESTRAR A AYAME, QUE HAN INTENTADO MATARTE A TI, QUE CASI LO CONSIGUEN, Y LUEGO NO CONTACTAS CONMIGO EN TRES DÍAS!!

—Lo siento, Yui-sama. Como le he dicho, la comunicación se cortó. Ahora, si puede liberar al pobre Inoyama-san...

—¡Lo haré cuando termine con vosotros! ...¡¡Y ENCIMA LUEGO EXPLOTA UNA PUTA BIJUDAMA EN EL CIELO COMO SI FUERAN FUEGOS ARTIFICIALES, Y YO AQUÍ PENSANDO QUE EL GOBI VENÍA HACIA AME, LIBERADO Y CON MI MEJOR NINJA MUERTA!! ¡¡O ALGO PEOR, CON LOS KAJITSU AL FRENTE!!

—Lo siento, Yui-sama.

—¡Podrías haber enviado una carta con una invocación o algo!

—No había tiempo. No se me ocurrió.

—¡Cállate!

—Sí, Yui-sama.

Luego, se tejió un silencio denso y agobiante durante unos segundos.

—Entonces, ¿el problema con los hilos está solucionado? —Yui suspiró—. En fin, supongo que con esto, hemos hecho algo por Gouna. Malditos kusajin... Qué hijos de puta.

—¿Qué va a hacer al respecto, Yui-sama?

—De momento, nada —dijo Yui—. Excepto ser prudentes e intentar hablar con Uzushio para que Kusagakure no nos inculpe.

—Sí, es buena idea.

—No te he pedido opinión —bufó Yui.

—¿Pero sigo siendo tu consejera... no?

—Claro que sí, imbécil —rio Yui—. Anda, levantáos, que os va a salir una hernia en la espalda o algo.
[Imagen: MsR3sea.png]

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RE: (S) Los hilos del mundo: tercer hilo - por Sama-sama - 28/09/2017, 11:17


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