28/09/2017, 17:58
Cuando llegó, se sorpredio de forma grata. No solo Yota ya había llegado — estaba esperandole en uno de los sofás — sino que había otro ninja más de Kusagakure. Parecía mayor que él, más alto, y tenía el pelo de un color verdoso. Sus ojos eran azules, y en su rostro se reflejaba una sonrisa fácil. Alguien agradable.
Aunque Juro no pudo escuchar su conversación, se metió cuando hubo un pequeño silencio. Con parsimonia y sin decir nada a ninguno, avanzó, y se sentó en el mismo sofá donde estaba Yota.
Pero no le saludó. A su misma altura, se limitó a mirarle fijamente durante unos segundos, que se hicieron eternos. ¿Estaría enfadado? ¿Mencionaría la promesa que su compañero había roto tan vilmente? ¿Le echaría en cara el haberle roto una costilla y haber destrozado su amistad?
Finalmente, en su rostro no hubo ni odio ni ira. En lugar de eso, le dedicó una enorme sonrisa.
— Estuviste genial en la semifinal. Me alegro de que estés bien.
Tras eso, se levantó de golpe y se giró hacia el nuevo chico que había aparecido. A él no le hizo el mismo repaso: se mostró ante él — aunque fuese más bajo — sonriente.
— ¡Perdona, ni te había visto! Tú debes de ser Daigo. Yota me habló de ti — dijo, extendiendo la mano para estrecharla —. Yo soy Juro. ¡Encantado!
Mientras hacia aquella bonita presentación, le daba la espalda a Yota, enseñandole la manta donde siempre llevaba a Gen. Pero esta vez era distinto: la cabeza de Gen se asomaba por la manta. Y estaba observando a Yota. Aunque su rostro parecía neutro, en él se reflejaba una de las miradas más intensas de odio capaz descritas por el ser humano.
Quien sabe. Aunque Juro le hubiese perdonado, quizá su marioneta tenía otras intenciones...
Aunque Juro no pudo escuchar su conversación, se metió cuando hubo un pequeño silencio. Con parsimonia y sin decir nada a ninguno, avanzó, y se sentó en el mismo sofá donde estaba Yota.
Pero no le saludó. A su misma altura, se limitó a mirarle fijamente durante unos segundos, que se hicieron eternos. ¿Estaría enfadado? ¿Mencionaría la promesa que su compañero había roto tan vilmente? ¿Le echaría en cara el haberle roto una costilla y haber destrozado su amistad?
Finalmente, en su rostro no hubo ni odio ni ira. En lugar de eso, le dedicó una enorme sonrisa.
— Estuviste genial en la semifinal. Me alegro de que estés bien.
Tras eso, se levantó de golpe y se giró hacia el nuevo chico que había aparecido. A él no le hizo el mismo repaso: se mostró ante él — aunque fuese más bajo — sonriente.
— ¡Perdona, ni te había visto! Tú debes de ser Daigo. Yota me habló de ti — dijo, extendiendo la mano para estrecharla —. Yo soy Juro. ¡Encantado!
Mientras hacia aquella bonita presentación, le daba la espalda a Yota, enseñandole la manta donde siempre llevaba a Gen. Pero esta vez era distinto: la cabeza de Gen se asomaba por la manta. Y estaba observando a Yota. Aunque su rostro parecía neutro, en él se reflejaba una de las miradas más intensas de odio capaz descritas por el ser humano.
Quien sabe. Aunque Juro le hubiese perdonado, quizá su marioneta tenía otras intenciones...
Hablo / Pienso
Avatar hecho por la increible Eri-sama.
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Sellos implantados: Hermandad intrepida
- Juro y Datsue : Aliento nevado, 218. Poder:60