28/09/2017, 19:51
El Uchiha no cesaba en su intento. Buscaba convencerme de algún tipo de forma y debo decir que desvelando el nombre de su compinche y dejándolo en mal lugar lo estaba empezando a lograr. Joder, me tenía ahí, dispuesto a colaborar. Pero entonces la cagó.
Como si fuéramos amigos de toda la vida; en primer lugar puso sus manos sobre mis hombros, como si aquello fuese lo más normal del mundo. Se lo hubiese pasado si no hubiese pasado a la segunda cagada del día.
«¿500... ryos? ¡Está de coña!»
Pues no, no estaba de coña. Estaba hablando muy en serio. Convencido de poder convencer al tal Chokichi y comprar su ausencia de ética, me estaba pidiendo dinero, un cantidad importante incluso. Había dos problemas. No disponía de ese dinero y jodió todo su discurso con aquel patético intento. Estaba esperando una respuesta o que pusiese el puñadod e ryos sobre su mano. Pero ni modo.
Agarré sus muñecas con mi mano y aparte sus sucias manos de mis hombros.
— Será mejor que no me toques o yo también voy a tener que cortarte las manos, Datsue
Y ahora venía cuando le daba la mala noticia.
— Y lo siento pero no vas a ver ni un solo ryo de mi parte con el que llenarte el bolsillo, ¿Acaso llevo un cartel colgando en el que se lea gilipollas a la vista? Me parece que no. supongo que hemos hablado ya lo suficiente. No lo hagas por mí. A mi me da igual tu puta revista. Hazlo por tu camarada, ¿O tampoco tienes sentido de la camaradería? — diría ya levantado como un resorte, totalmente decepcionado.
Cogí mi petaca y tomé un caramelo de él, el cual me llevaría automáticamente a la boca, dejando únicamente su palito de plástico a la vista.
Como si fuéramos amigos de toda la vida; en primer lugar puso sus manos sobre mis hombros, como si aquello fuese lo más normal del mundo. Se lo hubiese pasado si no hubiese pasado a la segunda cagada del día.
«¿500... ryos? ¡Está de coña!»
Pues no, no estaba de coña. Estaba hablando muy en serio. Convencido de poder convencer al tal Chokichi y comprar su ausencia de ética, me estaba pidiendo dinero, un cantidad importante incluso. Había dos problemas. No disponía de ese dinero y jodió todo su discurso con aquel patético intento. Estaba esperando una respuesta o que pusiese el puñadod e ryos sobre su mano. Pero ni modo.
Agarré sus muñecas con mi mano y aparte sus sucias manos de mis hombros.
— Será mejor que no me toques o yo también voy a tener que cortarte las manos, Datsue
Y ahora venía cuando le daba la mala noticia.
— Y lo siento pero no vas a ver ni un solo ryo de mi parte con el que llenarte el bolsillo, ¿Acaso llevo un cartel colgando en el que se lea gilipollas a la vista? Me parece que no. supongo que hemos hablado ya lo suficiente. No lo hagas por mí. A mi me da igual tu puta revista. Hazlo por tu camarada, ¿O tampoco tienes sentido de la camaradería? — diría ya levantado como un resorte, totalmente decepcionado.
Cogí mi petaca y tomé un caramelo de él, el cual me llevaría automáticamente a la boca, dejando únicamente su palito de plástico a la vista.
Narro ~ Hablo ~ Pienso ~ Kumopansa