28/09/2017, 21:22
La noche avanzó con rapidez y sin ninguna clase de hecho destacable, y eso se apreciaba enormemente después de los últimos días de acción que habían tenido. Ya no quedaba nada más por hacer, ya habían peleado contra los malos, habían cumplido con su trabajo y finalmente estaban llegando a la proximidades de Amegakure.
Ayame parecía contenta por el regalo del Dios de la Lluvia, Shanise por otro lado no tanto, Mogura por su parte hubiese preferido apreciar la lluvia desde el resguardo de un paraguas.
—Chicos. Al fin hemos llegado
Ya habían llegado a casa, ya la vegetación empezaba a hacerse a un lado para que el cemento, el hormigón y las estructuras gigantes tomaran la escena. El horizonte y las luces que adornaban los edificios de la aldea eran un adelanto de lo que vendría en el camino.
Me cago en la puta, cómo llueve hoy.
—Al fin en casa...
Me pregunto como estarán las cosas en la tienda...
Al pasar por el puente, dos pobres guardias les recibirían, aguantaban como podían el envite del agua que caía del cielo, el regalo de Amenokami.
—Sha-Shanise-san. B-bienvenida. V-veo que la misión ha salido bien
Pronunciaría uno de los guardias.
—De-debería ir a ver a Y-Yui-sama
Agregó su compañero.
—¿Está bastante molesta, verdad?
—El Y-Yamanaka encargado de las c-comunicaciones lleva dos d-días encerrado en prisión.
—OH, VENGA YA.
«Vaya... Parece que aún queda un poco de camino hasta llegar a casa...»
No pudo evitar pensar el joven médico al escuchar la respuesta de su superior.
Y... la cosa se pondría un poco más intensa que el chaparrón que caía fuera, poner a la Arashikage al día no era la cosa más fácil del mundo. Por momentos parecía escucharse truenos en la lejanía, pero la voz estruendosa de la líder de Amegakure opacaban sin mucha dificultad aquel ruido.
—¡¡ME DICES QUE HAN INTENTADO SECUESTRAR A AYAME, QUE HAN INTENTADO MATARTE A TI, QUE CASI LO CONSIGUEN, Y LUEGO NO CONTACTAS CONMIGO EN TRES DÍAS!!
Mogura y Ayame acompañaban a su superior en aquella situación pero sin duda alguna la ANBU estaba llevándose la peor parte de todo. El muchacho de cabello azabache se mantenía en la misma posición que sus compañeras de la forma más técnica y adecuada posible, no resultaba cómodo con el cansancio que podrían tener encima, pero tenía que aguantar.
—Lo siento, Yui-sama. Como le he dicho, la comunicación se cortó. Ahora, si puede liberar al pobre Inoyama-san...
—¡Lo haré cuando termine con vosotros!
«Está siendo demasiado emocional, Arashikage-sama...»
No podía evitar pensar en aquel momento y casi por un momento pensó que la fémina le había leído el pensamiento cuando esta volvió a dejar que los relámpagos de su voz fuesen liberados en forma de palabras.
...¡¡Y ENCIMA LUEGO EXPLOTA UNA PUTA BIJUDAMA EN EL CIELO COMO SI FUERAN FUEGOS ARTIFICIALES, Y YO AQUÍ PENSANDO QUE EL GOBI VENÍA HACIA AME, LIBERADO Y CON MI MEJOR NINJA MUERTA!! ¡¡O ALGO PEOR, CON LOS KAJITSU AL FRENTE!!
—Lo siento, Yui-sama.
—¡Podrías haber enviado una carta con una invocación o algo!
—No había tiempo. No se me ocurrió.
—¡Cállate!
—Sí, Yui-sama.
Mogura hacía su mejor esfuerzo por mantenerse alejado del foco de atención, aquel instante de silencio parecía el preludio de una nueva tormenta...
—Entonces, ¿el problema con los hilos está solucionado? En fin, supongo que con esto, hemos hecho algo por Gouna. Malditos kusajin... Qué hijos de puta.
Uzumaki Gouna, la misión había sido iniciada por ella y su gente. El hilo había sido sellado pero la Uzukage no podría llegar a ver el trabajo terminado.
—¿Qué va a hacer al respecto, Yui-sama?
Consultó la consejera.
—De momento, nada. Excepto ser prudentes e intentar hablar con Uzushio para que Kusagakure no nos inculpe.
—Sí, es buena idea.
—No te he pedido opinión
Dejó escapar la Arashikage.
—¿Pero sigo siendo tu consejera... no?
—Claro que sí, imbécil
Entonces dejó escapar una risa y agregó:
Anda, levantáos, que os va a salir una hernia en la espalda o algo.
La peor parte habría pasado, ya se habían comunicado las noticias y las nubes de tormenta comenzarían a despejarse... ¿o no?
—Esto... Yui-sama...
Los gestos y las formas de Ayame.
«Oh no...»
Algo no estaba bien, podía sentirlo, había pasado demasiado tiempo últimamente con esa chica como para sentirlo.
Me gustaría preguntarle algo...
Sus ojos se abrieron de par en par, no quería creer que era realidad lo que escuchaba. Intentó dar un paso y quizás salvar el mundo nuevamente, estirar su mano y cubrir la boca de Ayame para evitar que la tormenta volviese a estallar.
—¿Qué es el chakra natural?
Pero fue muy tarde, su cuerpo solo había comenzado a moverse, quizás por haber estado demasiado tiempo en aquella posición incomoda o porque sus brazos dudaron en si era correcto o no taparle la boca a la joven kunoichi.
«Ayame...No...»
Miró un segundo a Ayame, después a Shanise y finalmente a Yui.
Ayame parecía contenta por el regalo del Dios de la Lluvia, Shanise por otro lado no tanto, Mogura por su parte hubiese preferido apreciar la lluvia desde el resguardo de un paraguas.
—Chicos. Al fin hemos llegado
Ya habían llegado a casa, ya la vegetación empezaba a hacerse a un lado para que el cemento, el hormigón y las estructuras gigantes tomaran la escena. El horizonte y las luces que adornaban los edificios de la aldea eran un adelanto de lo que vendría en el camino.
Me cago en la puta, cómo llueve hoy.
—Al fin en casa...
Me pregunto como estarán las cosas en la tienda...
Al pasar por el puente, dos pobres guardias les recibirían, aguantaban como podían el envite del agua que caía del cielo, el regalo de Amenokami.
—Sha-Shanise-san. B-bienvenida. V-veo que la misión ha salido bien
Pronunciaría uno de los guardias.
—De-debería ir a ver a Y-Yui-sama
Agregó su compañero.
—¿Está bastante molesta, verdad?
—El Y-Yamanaka encargado de las c-comunicaciones lleva dos d-días encerrado en prisión.
—OH, VENGA YA.
«Vaya... Parece que aún queda un poco de camino hasta llegar a casa...»
No pudo evitar pensar el joven médico al escuchar la respuesta de su superior.
. . .
Y... la cosa se pondría un poco más intensa que el chaparrón que caía fuera, poner a la Arashikage al día no era la cosa más fácil del mundo. Por momentos parecía escucharse truenos en la lejanía, pero la voz estruendosa de la líder de Amegakure opacaban sin mucha dificultad aquel ruido.
—¡¡ME DICES QUE HAN INTENTADO SECUESTRAR A AYAME, QUE HAN INTENTADO MATARTE A TI, QUE CASI LO CONSIGUEN, Y LUEGO NO CONTACTAS CONMIGO EN TRES DÍAS!!
Mogura y Ayame acompañaban a su superior en aquella situación pero sin duda alguna la ANBU estaba llevándose la peor parte de todo. El muchacho de cabello azabache se mantenía en la misma posición que sus compañeras de la forma más técnica y adecuada posible, no resultaba cómodo con el cansancio que podrían tener encima, pero tenía que aguantar.
—Lo siento, Yui-sama. Como le he dicho, la comunicación se cortó. Ahora, si puede liberar al pobre Inoyama-san...
—¡Lo haré cuando termine con vosotros!
«Está siendo demasiado emocional, Arashikage-sama...»
No podía evitar pensar en aquel momento y casi por un momento pensó que la fémina le había leído el pensamiento cuando esta volvió a dejar que los relámpagos de su voz fuesen liberados en forma de palabras.
...¡¡Y ENCIMA LUEGO EXPLOTA UNA PUTA BIJUDAMA EN EL CIELO COMO SI FUERAN FUEGOS ARTIFICIALES, Y YO AQUÍ PENSANDO QUE EL GOBI VENÍA HACIA AME, LIBERADO Y CON MI MEJOR NINJA MUERTA!! ¡¡O ALGO PEOR, CON LOS KAJITSU AL FRENTE!!
—Lo siento, Yui-sama.
—¡Podrías haber enviado una carta con una invocación o algo!
—No había tiempo. No se me ocurrió.
—¡Cállate!
—Sí, Yui-sama.
Mogura hacía su mejor esfuerzo por mantenerse alejado del foco de atención, aquel instante de silencio parecía el preludio de una nueva tormenta...
—Entonces, ¿el problema con los hilos está solucionado? En fin, supongo que con esto, hemos hecho algo por Gouna. Malditos kusajin... Qué hijos de puta.
Uzumaki Gouna, la misión había sido iniciada por ella y su gente. El hilo había sido sellado pero la Uzukage no podría llegar a ver el trabajo terminado.
—¿Qué va a hacer al respecto, Yui-sama?
Consultó la consejera.
—De momento, nada. Excepto ser prudentes e intentar hablar con Uzushio para que Kusagakure no nos inculpe.
—Sí, es buena idea.
—No te he pedido opinión
Dejó escapar la Arashikage.
—¿Pero sigo siendo tu consejera... no?
—Claro que sí, imbécil
Entonces dejó escapar una risa y agregó:
Anda, levantáos, que os va a salir una hernia en la espalda o algo.
La peor parte habría pasado, ya se habían comunicado las noticias y las nubes de tormenta comenzarían a despejarse... ¿o no?
—Esto... Yui-sama...
Los gestos y las formas de Ayame.
«Oh no...»
Algo no estaba bien, podía sentirlo, había pasado demasiado tiempo últimamente con esa chica como para sentirlo.
Me gustaría preguntarle algo...
Sus ojos se abrieron de par en par, no quería creer que era realidad lo que escuchaba. Intentó dar un paso y quizás salvar el mundo nuevamente, estirar su mano y cubrir la boca de Ayame para evitar que la tormenta volviese a estallar.
—¿Qué es el chakra natural?
Pero fue muy tarde, su cuerpo solo había comenzado a moverse, quizás por haber estado demasiado tiempo en aquella posición incomoda o porque sus brazos dudaron en si era correcto o no taparle la boca a la joven kunoichi.
«Ayame...No...»
Miró un segundo a Ayame, después a Shanise y finalmente a Yui.
Hablo - Pienso